Blog de historias, reflexiones, puntos de vistas. La vida, viajes por el mundo. Otra manera de narrar lo cotidiano. La gente y sus misterios

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martes, 12 de mayo de 2020

Los platos rotos de An


 Yo respeto a las personas que están dispuestas a morir por lo que realmente quieren. No importa si es por amor o por una mujer o por un sueño. Cualquier cosas en que realmente crean. Cualquier cosas que transcienda al nivel de exigir esa sensación amorosa en el instantes y sacarla de dentro….Miro el amor en el compromiso de que pueda elevarte a tu gran potencial. Esa fuerza natural que tenemos dentro. Así es como la gente se debe sentir cuando van a su objetivo por lograr lo que quieren, viene de ese gran potencial. No importa lo que sea, ser buen padre, buena madre, perder 30 libras de peso, pasar una dura prueba, de esa forma te examinas ante la vida…y así, siempre quieres ganar la batalla..eso eleva tu nivel a tu gran potencial, sin dudas….Que te mires a ti mismo en tu mas grande forma..(fashion)

                                                                   Mike Tyson.


                                                         Los platos rotos de An

El rostro de An no tenia ningun desperdicio cuando la miraba bien de cerca. De esa manera las cosas cambiaban, tomaban un tono mas intimo, nostálgico, hasta  parecía real, porque aquel gesto era muy suyo. Una de esas fugaz mirada de ella, las de siempre, limpias y acompañadas por una sonrisa a la nada, fuerte y contagiosa que podías sentir como sus estrepitosas carcajada que venían y se dispersaban en el espacio, buscando tocarte, llenándolo. Esas risas de An, nunca la podría olvidar, porque Angélica, como en realidad se llamaba su nana, tenia el alma tan clara y transparente que no era difícil ver lo que ella en el fondo pensaba. Era así, una suerte poder pasar unos días con ella, únicos.  Luna había llegado el día anterior desde Nueva York donde ahora vivía. Había nacido allí, en la ciudad de la gran manzana, pero desde muy pequeña sus padres se trasladaron a la Habana, allí creció y fue donde había pasado casi todo ese tiempo hermoso. Ahora era una joven plena, bastante florecida, con ideas propias y muy objetivas. Llevaba unos años viviendo en América y aunque todo su mundo había cambiado de la noche a la mañana desestabilizando un poco su vida, ya parecía que comenzaba a cogerle otra vez el ritmo.  Había crecido muy rápido  y ahora  era que lo notaba, frente a frente a esa inolvidable fotografía en blanco y negro ante sus ojos, exhibida en un cuadro al entrar en la sala de An, como un trofeo colgado en la pared del centro. Estaban las dos juntas, An con la mirada perdida a un lugar pero con gesto tierno, cercano y el de ella, detrás, como  en aquellos inseparables días.  An siempre estuvo a su lado desde que era una niña y aun recordaba lo unida que estaban a pesar de ser tan mayor y de todas esas historias que peinaban canas que le contaba mientras le daba un baño cuando llegaba de la escuela. El tiempo había pasado con mucha prisa y dejó sus huellas claras sobre su semblante, porque la nana que había dejado hacía dos años atrás, había  envejecido mucho producto de su recaída y hasta la notaba cansada. Estaban las dos tan felices que parecía como si se hubiera detenido el tiempo en esa fotografía. Su nana estaba algo enferma, desde su partida las cosas no fueron iguales, había regresado otra vez a su soledad y sus fuerzas no eran las misma, pero aun así,  tenia intacta su manera de ser, altiva, suave, dulce, esa que le era tan familiar a ella y que le hacían sentirse toda una privilegiada. Porque Angélica era un Angel y sabía que había tenido la suerte de crecer cerca de sus cuidados. Jamás encontraría una nana mejor en el mundo que la buena de An, le había llamado así desde pequeña, y aunque se lo aclaraba muchas veces de que en ingles, ants, con t eran las hormigas y se reía cuando se lo decía, ella siempre le respetó. Cuando su nana se enfadaba se ponía muy seria y eso lo tenía presente, ella no soportaba las malacrianzas. Así que había que escucharla, no podías hacer otra cosa. Que si tenia que hacerlo? Eso lo sabe muy bien, la nana cambiaba hasta de colores cuando se desahogaba como si el oxígeno de su cuerpo en su regreso, buscara un sitio dentro de su normalidad. Como si el aire que tenía comprimido en su vetusto cerebro, se le escapara por la sangre y le devolviera de nuevo la sonrisa, porque An era una sabia, así mismo. Y si te decía esto está mal, era por alguna razón. Aunque muchas veces entraban en alguna discusión sin sentido, eso paso muchas veces, entonces tenía que calmarla y decirle de que era una hormiga grande y buena. 
Lunaaaa…!, Le grito desde la cocina en el momento que se dirigía al cuarto. Dale, que el desayuno esta listo. 
Yo no quiero desayunar le respondo Luna. 
Como que no vas a desayunar jovencita, usted no me sale de aquí hasta que no tengas algo en el estómago. Como me vas a decir que no tienes hambre? mira?...Allí esta, condumio, y hizo una señal con la mano como el que se lleva una cuchara a la boca.
Es que tengo el estomago un poco descompuesto, parece que fue todo lo que comí en el viaje. Todavía siento la comida del avión aquí dentro.
Si, pero tu no sabes que tiempo vas a estar fuera y tienes que estar preparada, esta es la Habana, aquí se chancletea, no…Niu yooo…como es que tu dices. Se rió.
Vale, voy a comer algo, pero la verdad que no tengo apetito. 
Comieron mientras hablaban y sobre todo se rieron mucho, era siempre así, tenían mucha química.
Ahora te vas y disfruta de las amiga y de la habana, hace una calor tremenda y te va a venir bien recordar los tiempos mozos, jejeje. No le echabas de menos?
Si, la extrañaba mucho, sobre todo a mis amigas.
Y a mi, le dijo la nana.
Claro, como no te voy a extrañar. 
Y no me extrañes pa que veas. Que voy a decir por allí desde que te mudaste para los Estados Unidos, se te cayeron los colores, porque con la gloria, se olvida la memoria. An, se rió, pero esta vez mucho más. Se sentía agradecida por tenerla cerca por unos días. Luna fue hasta ella y le dio un enorme abrazo y un beso. Yo te quiero mucho le dijo y permaneció un rato entre sus brazos como en aquellos hermosos días, tranquilos, en silencio, cómoda, como cuando ella era la única persona que estaba a su lado en las apacibles noches de la Habana.  Sabia que aunque An no decía nada, no había  podido reparar en esos días de separación y era ahora que se daba cuenta que tenia que aprovechar al máximo de esos días en que pasaría una semana en la ciudad con las amigas. 
Es así como siempre he considerado que la vida es en lo mas profundo, un poquito complicada. Esto te lo digo sin pelos en la lengua. No hay porque temerle a lo que esta por venir. Sentir temor no es cosa mala, ocurre por alguna razón, también tarde o temprano llegan las dudas, pero en lo que una cosa va y viene, deberíamos aprender de ella, hablo de la vida.  Es así de sencillo. Cuando un día te das cuenta que los golpes enseñan. Te preparas para defenderte de ellos. Y que las cosas en ocaciones te empujan sin medidas a buscar un  culpables, no pierdas tu tiempo.  Tenemos que liberarnos de ese terrible sentimiento de culpa que no arregla las cosas, no, nunca resuelve absolutamente nada.  Y lo peor, cuando no encontramos en quien echarle ese peso de las adversidades  terminamos por castigarnos a nosotros mismo. Es de esa forma en que ocurren los problemas, somos adictos a crear malos entendidos y a boicotear sin vacilar el motivo de nuestra propia paz dándole créditos a la cosas que ya pasaron y también a las que vendrán. Cuando pasan los años aprendes que no puedes culpar a las experiencias, ni las fatigas dentro de tu propio ser. Es como si cruzaras la frontera y te pararas en el otro bando y vieras la vida pasar por delante desde tu punto de vista más sabio, mucho más objetivo y diferente, sin que te afecte en lo más mínimo. An había visto crecer a Luna, que era como una nieta. No tenía otra forma de verla. Vivía sola, abandonada por la familia en un barrio al sur de la Habana, que no perdían su tiempo en ir a visitarla. Sobrevivía entre las novelas de la radio, los programas de la televisión, en ocasiones los vecinos y las revistas viejas que leía y releía. Tenia una hija, que llevaba tiempo que no sabía de ella, a veces hablaban por teléfono, pero esporádicamente y su nieta, con la que había pasado también mucho tiempo, hasta verla florecer, se había casado y desde que se largó, como decía, desde entonces solo pasaba si se encontraba por el barrio a saludarla. En realidad su vida había sido un poquito complicada…o mejor dicho un tanto tropelosa, en un sube y baja constante que solo ella en lo mas profundo podía calcular el peso de su deterioro. Pero hay persona que nacen así y que sus espíritus no cambian de bando, ni siquiera tienen la duda de ser un día mancillados, porque no creen tan fuerte en el jodido dolor y no se dejan engañar de ninguna forma. Se mantienen puro a pesar de la derrota y así era el de An, feroz y radiante, un espíritu de luz aterciopelado como aquellos peluches de su niñez,  sus muñecos inseparable, sus grandes compañeros en su sueños y guardianes de sus silencios. Los habían acumulado alrededor de la cama hasta el día que dejó la Habana que tuvo que deshacerse de alguno de ellos regalándolos, pero aun con ella, en su propio cuarto de New York conserva sus preferidos, a la Malula y al Dorian, el payaso de trapo. 
  An era una mujer mayor, rondaba los ochenta, pero unos años atrás todavía lucia fuerte. No podías reconocer con exactitud su verdadera edad. Había sido enfermera y se buscaba la vida cuidando ancianos hasta que le llegó la oportunidad de cuidar a una niña. Ese hecho de estar involucrada en una vida joven la llenó otra vez de entusiasmo y hasta le crecieron alas, disfrutaba tanto que cuando estaban tan juntas Luna la veía como una abuela. Era parte de su familia. An le había entregado todo su tiempo y todo lo que no pudo dar ante a su verdadera hija y a su nieta, como lo tenia ahora sin medida a montones, lo daba solo por disfrutar en lo mas profundo, sentir la brisa de lo nuevo que llegaba puro y como tenia la edad para soportarlo, lo dejaba escapar hasta en sus suspiros, porque cuando estaba cerca de Luna, ella nunca tenia ninguna prisa. Se detenían las horas. Cuando eres bastante mayor, hablo de la vejez, ya no piensas mucho, ni tampoco estas tan interesado en arreglarlo todo. Ya uno no esta para eso, solo importa lo que llega a la cabeza de repente y se le busca una salida. En ese momento de la vida uno regresa a las cosas sencillas. Entra otra vez en su ritmo y se entonan a su sintonía. Es así de hermoso el proceso de la vejez cuando ya no te preocupan los años, ni lo que la gente diga sobre ellos. Tu a esa edad estás en la conexión total con el tiempo y es cuando llega el momento de sentarte con los asuntos sin resolver. Eso no falla. Por muy alta que este el punto en la cima, tienes que bajar y poner los pies otra vez sobre tierra firme que es donde se vive mejor. Es de la única manera que se recobra el equilibrio perdido. Allí en el fondo, justo en el sótano es donde yacen los demonios y esos no te abandonan, son una carga lo digo siempre y si no estás dispuesto a cambiar de pagina, allá tu con las consecuencias. Por eso de una forma u otra tenemos que bajar un día a ese rincón, acercarnos sin miedo y asegurarnos de que todo los pedazos que no cuadran es hora de tirarlos a la basura. Nada puedes hacer con los platos rotos. 











Con solo pasar un tiempo con An cualquier persona a primera vista diría rápidamente que es buena. Que tiene el alma noble, eso no falla. Es muy fácil leer mirándole la cara a un viejo. Puedes definirla fácilmente por la superficie como el que lee un libro de historia antigua. El tiempo no perdona en esos casos y va seguro con su implacable rotulador dibujando las huellas que va dejando el pasado, bordeando los rostros de las personas, arrancándole su propia naturaleza. Si has sido una persona dura, despiadada, egoísta o si la vida te ha golpeado miserablemente, todo ese daño y el dolor resplandece a priori cuando te miras al espejo, frente a frente lo sientes tan tuyos que odias tu propio autorretrato. Pero cuando miras a una persona como An, rápidamente puede imaginar de que ella no es ese tipo de gente. Que lo mas posible es que no haya tenido suerte en la vida. Eso ocurre a menudo y nadie sabe porque. En tu rostro se puede reconocer tus victorias y tus derrotas. Todas vienen en el mismo recipiente que brota del alma.
 An era clara con sus sentimiento, les daba alas y los echaba a volar sin freno. Estaba lo suficiente curtida por el tiempo y ahora mas que nunca veía las cosas tan clara. Los años no pasan en vano, se acumulan como piedras endureciendo el camino. Así que lo mas recomendado por su mente vieja que había soportado el peso de la soledad y en su experiencia cuidando enfermos a lo largo del tiempo, que lo único que valía la pena es ir apartando todo aquello que no le hacía feliz buscando crear a propósito ese gran espacio libre para las otras cosas que vendrían y de una manera acomodar en su viejo cuarto el mundo, al que preparaba como si fuera un nuevo huésped que llegaría con el futuro. Con una cabeza así, tranquila y con las cosas en su lugar, estaba consciente de que hasta el ambiente cambia, se vuelve fresco, confortable, se oxigena del aire que trae un mundo nuevo y en el que te tienes que dejarte llevar porque en este, sabes que estás de tránsito. Venia de una infancia muy dura, tanto que las huellas caladas en sus hueso le dejaron mas de unas veces la duda de que en ocasiones las cosas no funcionan, que no deberían de ser de la forma que son, pero no le pudieron apagar sus ansia de poder olvidarla y hasta de enfrentarlas hasta el punto de aborrecerlas y hasta aborrecerse en si misma. Pero el tiempo en su propio paso cura siempre las heridas. Por lo que se sentía plena aún en su soledad. Eran casi ochenta y a esa edad las cosas se vuelven mas complicada si le empiezas a buscar falta. Así que lo mejor es no esperar nada de nadie por eso se conformaba con lo que tenia, aunque ella hubiera querido mas, como todo el mundo, La vida  suele ser injusta, o tal vez cada quien tenga una misión que cumplir y llegas a este mundo  de la manera perfecta en que te conviertes un aguanta golpes. Como le había pasado a ella que desde niña había conocido en carne propia lo que era estar sola…
An estaba parada en la cocina, sus manos oxidadas renqueaban, pero sabía que en la vida como en el ring sabes lo que te juegas y cuando lo entregas todo es para ganar tu lucha, así que en momentos en que estas de rodillas, lo sabes, eso no se olvida, no puedes pedir clemencias, que estás aquí para luchar y eso es lo que importa, no quedarte con los brazos cruzados esperando que el referí, pare la pelea. eso no hacen los buenos peleadores, lo había visto siempre en el deporte de los cuadriláteros, nadie en su juventud se los perdía en aquellos tiempos en que peleaba Teófilo Stevenson, su héroe, las peleas de boxeo. La grandeza de superar en la vida esos momento de fragilidad donde te sientes débil. Bastaba con no hacerle mucho caso, solo volver, otra vez y esa vez, mucho más fuerte. Le dolían sus brazos viejos, pero ya estaba acostumbrada, pero aun así estos no habían  perdido la suavidad que generaba la monotonía. Se movían exactos, jamás aceleraban su ritmo en su paso. Iban como en armonía mientras giraba el cuchillo y le quitaba la cáscara a la traviesa naranja que se movían en espiral. Fue así, que sumergida también en el silencio entrecortado por los tranquilos chirridos que producía el aceite hirviendo que había quedado en la sartén  con los restos de los huevos fritos, que sintió paz. Se secó las manos, miró al reloj, se acercaba la hora de novela. Se dirigió a la sala y fue justo a la fotografía en blanco y negro donde ella estaba retratada con Luna. Se sonrío observándola cuidadosamente. Luna estaba grande y hermosa  ahora. Se había convertido en una joven muy inteligente y de buen corazón. No tenía ninguna duda, la quería mucho. Se sentó en el sillón y encendió el radio, recostó la cabeza hacia atrás y cerro los ojos como si estuviera dormida y respiro profundo dandole las gracias a dios por sentirse acompañada. 
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viernes, 8 de mayo de 2020

Allá en las nubes. El Partenón




En el Olimpo
Nos acercamos a Atenas desde el norte a principios del crepúsculo, subiendo una colina. Cuando llegamos a su punto máximo, nos deslumbró mirar hacia abajo y ver la Acrópolis golpeada por un rayo de sol poniente como si inmensa entre las nubes, posara para una foto.
Donald Hall



  Era yo muy joven aún y como chico de pueblo tenia los horizontes muy cercanos, por no decir al doblar de la esquina donde pasaba la mayor parte del tiempo libre entre mis amigos. Para mi punto de vista, esos eran los lugares mas seguros del mundo por aquel entonces y vivía  agradecido por eso. Bastaban las visitas que hacía con mis padres y hermanos a algunos que otros sitios en el otro extremo de la ciudad  donde nos reuníamos una que otras veces con nuestra familia para darme cuenta que todo en realidad no estaba tan lejano. Aunque por aquellos días yo creía que esas fronteras eran el fin del mundo, pero ya veo que no lo eran, porque no tenían nada en lo absoluto que ver con lo desconocido. Tampoco en mi cabeza estaba eso de llegar un día a la luna, no les voy a mentir y si les digo la verdad, ese no era mi plato fuerte, porque para mi no había mejor lugar que las calles sin asfaltar de mi barrio con los pies descalzos entre la hierba y las piedras, en ella me perdía como en un secreto laberinto. Ese era en realidad mi único universo aunque tampoco les voy a negar que aun así, siempre estaba en las nubes. Ocurrió por aquel entonces algo que quedo grabado  en ese paso de la niñez a la juventud y que descubrí por azar y cambio para siempre mi forma de ver las cosas. Es la razón por la que todo esto que les voy a contar viene al caso. Acostumbrado a meter las narices donde no debía, de alguna manera como un animalito salvaje seguía siempre mi instinto aunque eso por lo general me traía problemas. Nunca estuve interesado en la historia, hablo de la escuela. Odiaba  todo aquello de las guerras y de la gente que tomaba el poder  y se convertían en ogros o personas malvadas. Por lo que la historia universal me tenia sin cuidado y ni siquiera me importaba mucho la de mi país, me resultaba un tanto aburrida. Era un chico negro mas del barrio de una familia lo mas normal del mundo, no era muy fácil por esa época en un barrio y sus aspiraciones como la de todos, era que sus hijos tarde o temprano aprovecharan ese tiempo y tuvieran una buena educación con vista a un brillante futuro profesional. No era de esperar si quieres para tus hijos lo mejor. Pero como por aquel entonces la mayoría de las cosas que veía en la tele y aprendía en la escuela no tenían nada que ver con mi vida, eran un poco ajena, tampoco se acercaban a lo que sentía, en vez de crear una empatía alrededor de todo aquello que trataban de inculcarme en la escuela, sencillamente como no ponía  ningún interés, casi que la aborrecía y la historia en general siempre fue una asignatura que me cayó muy mal, éramos el perro y el gato. La tenia entre ceja y ceja, esa era la verdad. Nunca me identifique con los personajes históricos, ni los buenos, ni los malos, los sentía tan lejano a mi mundo que siempre pensé que era ficticio, me costaba de una forma u otra creerme sus hazañas, creo que me identificaba mas con los protagonistas de los episodios de la tele que llegaban con mas fantasías, que cuando tocaba la hora de estar sentado escuchando a la maestra, mi mente volaba de otra dimensión a el infinito, prefería no prestar mucha atención a toda esa cantaleta y la verdad que en mi cabeza no entraba. Que me importaba a mi aquel mundo de fantasmas y héroes de papel que nunca me parecieron de carne y hueso. Mi universo lo conformaban las cosas reales esas que me quitaban el apetito y el sueño, como ese olor a ajo y cebolla frita de la comida que salía de la cocina cuando todo estaba a punto de caramelo y lo único que quería era que mi madre diera la señal de sentarse a la mesa. Ya saben, el mundo de las sensaciones por el olfato, ese ya era una realidad. El verde del campo que te atrapaba sobre todo cuando las tardes no eran demasiado calurosa y a lo lejos se te perdía la vista por el resplandor del sol en aquel cielo azul de nubes tranquilas tan cerca de tu cabeza. El agua fresca  del río a una cuadra, que por entonces corría clara sin detener su curso entre sonidos diferentes como atravesando por la mitad las frágiles fronteras de la realidad. Estas iban de camino a ese lugar del que todos hablaban, el poderoso mar. Así que lo de la escuela, aunque me gustaba, prefería pasar de ella porque me robaba la mayoría de mi tiempo libre y yo no era mas que un fantasma. Pero como no me gobernaba, tenia la obligación de asistir todos los días sin ni siquiera chistar. Con eso de seguir en ocaciones las reglas nunca a habido un problema, he sabido como manejar los duros momentos en mi vida y he creado una técnica, esa la aprendí desde muy chiquito. Cuando no me gusta algo, o por lo general me incomoda, me busco rápidamente una justificación, o sea una especie de trampolín. Estar aburrido, no va con mi naturaleza salvaje, algo siempre se me ocurre para trascender el momento y volar a otros misteriosos parajes con la imaginación, así de simple. Es como hacerte el loco cuando tienes la obligación de cumplir con los caprichos de otros, dices que si a todo, haces lo que tienes que hacer, pero mantienes la mente en el lugar exacto, único, en el que quieres estar, dispuesto a obviarlo todo para saltar al vacío y de esa manera en la caída, se van diluyendo uno a uno los problemas, se escapan por la puerta de atrás sin vacilar como si rompieras la fuerza de su gravedad. Si no vas más allá de la superficie no te afectan, eso sucede cuando no vale la pena penetrar en lo más profundo. Esa técnica me ha servido incluso hasta en los días de hoy, por eso le doy gracias a dios que me mantenga sano y a salvo de los terremotos de la mente. Pues resulta que por esos días el objeto de mis deseos tenía nombre propio y era real como la vida misma. Puedo llamarle la Julieta de mi historia, para que me entiendan. Había una chica del octavo B, el aula de clases del lado de la mía que con el solo hecho de existir me tenía hipnotizado. Estaba siempre metida en su mundo etéreo y aunque parecía que no tenia alas, dentro de ella vivía un  ángel porque era demasiado callada, tan diferente a las demás y con una total plenitud en todo lo que hacia que su manera de tomarse la vida que creaba un gran misterio ante mi propia mirada, porque no le perdía ni pies, ni pisada. Su plena seguridad y sus delicados movimientos armónicos atraían completamente toda mi atención. Llegaba casi siempre temprano, todos los días, por no decir que era una de las primeras. Tocaba la viola y le gustaba leer libros de cuentos y los viernes, sin falta recitaba poesía de memoria en el matutino. Ese era mi punto débil cada vez que escuchaba su voz y releía los libros, que por aquellos días yo sencillamente  los odiaba. Tal vez por eso, como éramos dos polos opuesto era la razón que me tenía rendido a sus pies. Un hombre no lee, pensaba yo, según mi educación de guerrero esas eran cosas solo para los horarios de estudios. Y como quería hacerme el duro, no me lo pensé mucho y use para acercarme un poco mas una de mis grandes estrategias, creo que la mejor para tratar de al menos, que la ansiada princesa de mis sueños se diera cuenta de que me tenía al perder los nervios. Pues mi hermano mayor tenia un diccionario Larousse, de aquellos que eran inmenso para la mayoría, era una carga, porque nadie en la casa le hacía ni el más remoto caso. Un libro que no era muy grande, pero tenia tantas hojas que pesaba una eternidad. Podías amarrarlo con una soga y tirarlo en el fondo del mar que seguro encontraba el fondo en un abrir y cerrar de ojos. No hay nada que pese mas que uno de esos libros viejos con carátula de cartón solida que parecen como la puerta mágica a un lugar prehistórico. Me encantaba ojearlo de vez en cuando en casa, nadie le daba bola, pero era sumamente curioso para mi que siempre me gusto dibujar, porque estaba lleno de extrañas figuras geométricas, arquitecturas interesantes, obras de arte, lugares insólitos, mapas, todo tipo de animales, los normales y los que no había visto nunca, anatomía, toda esas cosas  que luego reproducía y que lograban retenerme en algunos momento,   perder la noción de la realidad y dejarme con la boca abierta, a mi, que era todo energía. Pues como tenia obsesión por la chica, decidí llevarlo a la escuela y lo hacia casi todo los días, no era que lo leyera mucho, ya dije era una carga, solo lo hojeaba, pero la mayor parte lo que hacia era disfrutar de todo aquel sin números de imágenes que de alguna manera me trasladaban rápidamente como a otro planeta y me acercaban mucho mas a ella, al menos, eso pensaba, ya se los dije, como estaba tratando de impresionar me sentía bien estando sentado en las nubes. Ese era remedio santo y a la vez le dejaba ver entre los tiempos libres de receso y mas que otras veces cuando unían  los dos grupos, de que yo estaba también para otra cosas, al menos eso pensaba y la verdad que logre de una manera u otra ganarme su cercanía sin ni siquiera hablar una palabra. Mucho tiempo después sin querer termine enamorándome de aquel libro gigante porque la chica me fue casi imposible conquistarla, la verdad que no hablaba mucho por entonces. Nunca he podido olvidar aquel diccionario, vive en mi recuerdo, soy capaz de ver muchas de sus hojas rotas por entre la portada, penetrar en su cálido intestino. Entre aquello de meter el ojo aquí y allá aprendi cosas que nunca mas olvide. Resulta que al doblar de la casa vivía un tío mío que a pesar de que era un borracho conocido, los del barrio lo admiraban, porque era muy inteligente y ademas vendía cuadro que pintaba con mucha imaginación. De eso es posible que nadie se acuerde, porque mi tío hace tiempo murió. Pero saben, por aquellos tiempos yo quería ser como él, no un borracho, pero me ilusionaba cada vez que entraba en su casa y quedaba atrapado. Tenia las paredes llena de cuadros de madera, no lienzos, eso era muy difícil por esos días, por lo que usaba colores que mezclaba con aceite, todo un especialista, los encuadraba de una manera que parecía que caían así a ti y no tenias mas remedio que mirarlos. Eso le daba a su obra un tono muy especial. La mayoría de los paisajes eran muy raros, nunca los había visto en mi vida. Eran como mu atractivas escenas bíblicas al menos pensaba, hasta que después mas tarde comprendí que  tenían que ver con pasajes de la cultura griega, hermosos lugares, sumamente apacibles donde sus personajes en túnicas y en sandalias tomaban el aire libre, en aquellas idílicas posturas que parecían como si meditaran, en una especie de retiro, así les recuerdo. Inmensos salones apacibles de color ámbar, ese era su color preferido, nítidamente dibujados buscando la paz entre inmensas  columnas. No conocía por aquel entonces nada sobre eso, pero los colores y las figuras siempre robaron también mi atención. Nunca pregunte, así que un día sin buscarlos di con una pagina en aquel bendito diccionario que rápidamente me despertó y pude saber de que se trataba. Fijase usted lo que trae el misterio de la curiosidad y adonde te lleva. Por lo que se convirtió por su oportuna relevancia, en unas de mis paginas favoritas de ese libro. La acrópolis de Atenas. Casi me lo aprendo de memoria.  Así que les digo.                                         
 Era muy joven la primera vez que leí esto que decía: Democracia (del griego demokratía) Es una forma de organización social que atribuye su poder al conjunto de la ciudadania. 

Hubo una vez una ciudad pagana, que castigada por los designios de los dioses, asediada por el azote de las guerras y la enorme devastación, acató   los mandatos de uno de sus generales, el gran orador Pericles, a quien  se le ocurrió la dichosa idea de crear un lugar único para así ahuyentar a esta de los maleficios divinos. Ya venia en boca de los oráculos, de los adivinos el desastre y  sus altos mandatarios convocaron una asamblea e invitaron con ellos a el pueblo para buscar juntos una respuesta a sus males. Y lo encontraron. Su nombre,... Atenas. Por aquel entonces  la ciudad mas poderosa de la época. Le llamaron así en honor a la diosa Atenea que la habían elegido como la protectora ilustre de la ciudad. Era feroz  en la batalla como amante también de la inteligencia y la razón. Esta ciudad identifico su esencia con esos valores y se defendió contra los Persas, sus mayores enemigos. Luego con la intención de rendirle culto por sus victorias reunieron a sus más dotados eruditos y le encargaron a su principal arquitecto, el intrépido Fídias, la construcción de un templo en la cúspide  sobre las ruinas de su montaña más alta. Allá en la cima, fue el lugar elegido. La majestuosa Acrópolis se yergue desde entonces como un gigante mausoleo despierto al mundo donde según la leyenda, los mortales vivían en comunión con sus dioses. 
Luego sus gentes bajaron al llano donde radica hoy en día la moderna ciudad y la enorme terraza quedo como espacio de mármol sagrado tendido en el aire. Donde se iba charlar, hacer sus rituales de honor y respirar el aire puro.
Dicen que olvidadas toda esa horrenda etapas de reyes y tiranos, el pueblo se reunía frente a una asamblea al menos cada diez días y participaba de las decisiones que se tomaban. De allí surgió la tan conocida democracia. De un consenso entre ambos. Y que cuando Pericles  tomos las riendas en el siglo V antes de Cristo…Pudo decirle a su pueblo estas palabras. "Somos la escuela de toda la Hélade".  Y lo cierto es que en esa época, la llamada de oro de la historia.  Atenas produjo una floración de filósofos, de artistas, escritores y sabios que son los pilares de la enseñanza de lo que hoy en día se conoce como los cimientos de la civilización occidental…seria bueno, no olvidar historias como esta en estos tiempos de locos, en la que parece que la mayoría estamos en las nubes. Eso lo aprendi desde que era aun muy pequeño y no les miento, ya se los dije antes. Tal vez para algunos esto no le sirva para nada, pero a mi, me ha servido de mucho, porque desde entonces siempre pensé en encontrar un sitio así entre las nubes donde sea posible el dialogo entre los humanos, esa señal de pura opulencia. Por mucho tiempo me pareció que eran solo las imágenes de aquel largo sueño de juventud, de mi Julieta, mi glorioso tío, de aquel mágico diccionario, pero hoy veo que no lo fue. Una vez que llegue a la cima pude constatarlo. De que no, que nunca había estado equivocado en el camino, ese lugar era tan real como la vida misma. ✋

Sobre el video:…mi amigo griego era el guía en esos tiempos en la ciudad, nadie mejor que él para entrometerme bien en sus intestinos y presentarme a su amigo, un músico de toca la Lira y que crea también esos legendarios instrumento de los tiempos de Homero, ah y que ademas vive en una casita al estilo griego justo debajo de la Acrópolis.🙏
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miércoles, 29 de abril de 2020

Saxofonista cubano en las calles.




                                                          🎵🎶🎷🎼🎷

Ahora se que Johnny no es una víctima, persigue para no ser perseguido. Que todo lo que esta pasando en su vida son azares del cazador y no del animal acosado. Nadie puede saber que es lo que persigue Johnny, pero es así, esta ahí en su saxofón, en Amorus, en la marihuana, en sus absurdos discursos sobre tantas cosas, en sus recaídas, en ese librito de Dylan Thomas, en todo lo pobre diablo que es Johnny, y que lo agranda y lo convierte en un absurdo viviente, en un cazador sin brazos y sin piernas, en una liebre que corre tras un tigre dormido.
                                               ( El perseguidor, de Julio Cortazar)

                                                 Cazador de la noche
Este que esta aquí a mi lado es un cubano que vive en las calle de Atenas. Músico. Me habían hablado de él y le dije a mi amigo griego llévame a visitarlo y deambulamos un rato. Escúchenle tocar el saxofón, es como una de esas serpiente cascabel en medio de su negra noche intentando imaginar un día al fin fuera de esas poderosas columnas que para él son rejas. A veces las cosas no funcionan y ya. No hay mas preguntas al respecto, para que darle la vuelta al trompo. Días de perros, como aquella famosa película de Michel Douglas, a otra cosa. No hablo mal de esos animalitos que en el fondo tienen la gran virtud que nosotros los humanos hemos ido perdiendo sin medida. Ellos, los perros, son fieles por pura naturaleza, amigos verdaderos.  Normal que yo vaya a por los personajes así. No me pregunten porque. Nací así, me gusta entrometerme en esa parte donde el agua esta hirviendo y cae de bruces sobre el suelo. O tal vez sea un loco samaritano. Hay mucha gente que tienen lo que ellos llaman un cierto equilibrio y se creen cosas, ingenuos que son. No se que tienen la verdad que si. Un poco mas de suerte y por eso se creen diferente? Pero se engañan. Tener en ocasiones valores que otros han perdido no hace la diferencia. Así es, porque para que te pase un mal momento lo único es que tienes es que estar vivo. Cuando la vida te da limones tienes que cargar un tiempo con ese sabor amargo. Es lo que toca hasta que logras escapar del dolor y del miedo a perderlo todo. Esto le pasa a cualquiera. Seas quien sea. Ahí está la historia real. Es cuestión de karma, recoges lo que siembras. Aunque esa palabra nos de igual dice en el fondo mucho.  Pero para la mayoría es como si nada mas le importara,  se vuelven ciegos. Desde su mundo de cristal miran de reojo a estos, los que por un motivo u otro han tropezado y allí en su propio infierno se lamentan intentando reponerse de esa zancadilla. Es difícil mirar a ese lado oscuro de la vida, claro, es crudo, horroroso. Por eso viven en su propia burbuja y le huyen a personas así como el diablo a la cruz porque ese no es su problema.  Sin embargo se equivocan. No podemos dejarnos confundir tan fácilmente, no. Nadie sabe lo que puede haber detrás de la vida de gente que andan con el corazón roto, a rastra, colgando de un hilo y con el alma destrozada en pedazos. Muchas veces ignoramos el poder curativo de la pregunta y  allí está el grave error que nos aparta de la situación. Que es lo que esta pasando contigo? y el de la respuesta correcta que es como un mantra. Tu no te mereces estar así, tirado en la calle. Vamos que puedes inténtalo. Una vida así de sufrimiento es un asco.  Comienza al menos por recoger esos platos rotos y tirarlos de una vez a la basura. Claro que puedes. Si pude yo. Que no te quede la culpa el día de mañana por no haber hecho nada por salir de esto. Esas palabras vengan de donde vengan ayudan, tienen un gran poder aunque no lo crean, mucho más que la mirada de desprecio. Espero que le vaya bien a este chico cubano que se ve que no toca mal el saxo y además es una persona super interesante, tiene cosas que decir. Muchas más que esa otra gente que se creen seres superiores y no aportan nada a la vida. Que presumidos son, para que les sirve?. El caos no tiene nombre, ni color, es solo eso, caos. Sucede cuando las cosas no están en el lugar que debieran de estar y se pierde el norte. Escúchenle en esa parte donde la música vibra en el saxo, vuela, queriendo escapar como él a ese otro mundo de espíritus, pensando que allí se esta mucho mejor que en este, donde no tienes nada que hacer ante ese irremediable desamparo.   Escuchen sus frases en el instrumento, sobre todo al final.  Lo que los grandes músicos llamaban Bebop. Puro jam.  Ya han pasado unos años y no estoy seguro de que haya podido saltar esa valla en esa dura carrera de obstáculos. Salir del bache de la calle es casi imposible por estos lugares, pero se logra. Claro que si. Somos unos gigantes aunque por momento se nos doblan los pies, por supuesto que nos merecemos todos un mejor lugar en este planeta. Una situación así deja huecos profundos, huellas imborrables. Pero no vengo hablarles de eso, no hay que ponerse triste. No es tiempo de quebrantos, sino de música. En días como estos me llegan a la mente personajes así. No esos que se escuchan todos los días en la radio o en la tele, que al final viven del cuento. Sino a los sin nombres como dice una amiga, para que ellos tengan un lugar  en este nuevo mundo que se avecina. Porque con ellos también tenemos que contar y  poder compartir en un futuro mejores tiempos. Esto, a lo que aspiramos muchos, no es una odisea, es nuestra única razón por la que estamos aquí, nuestra meta. La de engrandecer la raza humana.   Así es, de esta forma cuento mis historia, esperando como este atormentado saxofonista que un día las cosas cambien.
Que por que hago estas cosas? Por el solo hecho de que en las malas situaciones solo vemos a el lobo feroz que nos persigue y nos quieres comer sin piedad, sobre todo en  momentos inexplicables como estos y eso nos asusta. Imaginase un mundo donde  aprendiéramos a sacar siempre los grandes mensajes de los malos ratos y nos ayudemos nosotros mismos a crecer y colaborar…esa es la vitamina, no otra, el combustible que nos ayudará a reponer esta máquina milenaria. La civilización  

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lunes, 27 de abril de 2020

"Alma de colores"


                                                                               𓀤
."El color Es el tacto del ojo. La musica de Los Sordos. Una Palabra en la Oscuridad".... -Orhan Pamuk- (del libro: Me Llamo Rojo) 
No quiero que pierdas tu bendito tiempo hablando mal de la gente ni metida como uno de esos buitres alimentándose de todo lo podrido que la gente dice ok. Eso no es sano, ademas, espanta la amistad.  Quiero que crezcas sana, con la cabeza bien amueblada, libre como el viento. Le dijo a su hija. Ella tenia solo 5 años. Vivían por entonces en la calle de Paseo en el Vedado allá en la Habana la ciudad dormida. Por supesto que ella no sabia ni una palabra de lo que hablaba, era aun muy pequeña y a esa edad ella no estaba para tomarse nada tan en serio, por lo que no le puso oido, al menos eso pensó.  Estaba sentado en el pequeño estudio de grabaciones que tenia por aquel entonces en un apartado cuartito de desahogo muy cerca de la cocina, su única guarida. El lugar era muy agradable, sumamente acogedor, forrado con afiches que adornaban a las paredes sobre música  figuras con rostros africanos y donde acumulaba ademas todo los equipos eléctricos necesario para darle forma a todas sus ideas. Lo había creído demasiado importante en el momento que regreso a vivir a la ciudad después haber pasado una larga temporada en Madrid, más de cinco años y aquel cuartito que él había imaginado como una especie de milagro u oasis, era por entonces mas que un sueño hecho realidad y los disfrutaba todo lo que podía. Se había casado en la majestuosa ciudad sin mar y fue allí donde nació su hija. 
El trabajo de la mañana había sido  sumamente intenso ese día y agotador porque aunque las cosas no iban saliendo bien, se había adelantado mucho. Lo habían intentado varias veces para ajustarlo todo y tenerlo todo seguro hasta que al final a duras penas en medio de los errores la vida siguió su ritmo. Esas cosas pasan cuando estas de veras involucrado en el proceso creativo, pero estaba satisfecho con el resultados de las grabaciones. En fin que las cosas marchaban bien y pasaba la tarde tranquilo en familia. Tomaba un aire frente al ventilador al mismo tiempo que disfrutaba de su hija que jugaba con las teclas del piano de unos de los  sintetizadores golpeándola torpemente no para sacar una música, lo hacia por el mero hecho de provocar un ruido. Como si fuera uno de esos juguetes en el rincón de su cuarto, porque ese, el estudio para ella lo era entre tantas luces, figuras, colores, se sentía tentada por el raro y agradable lugar donde buscaba siempre un motivo para estar y hacerse notar.  Quieres aprender a tocarlo? Le preguntó, apuntando al piano con un gesto de su mentón. Pero ella como si con ella no fuera se echó a reír y salió como un bólido corriendo para la cocinaHabía creido que su padre jugaba y desde allá le gritó un;- Nooooo.!  Que se oyó tan claro, directo y seguro entre las paredes que les separaban. Este también se echo a reír y era de esperar, acababa de confirmárselo. Ella no estaba para cosas serias. Desde el otro lado le escuchó su frase letra por letra otra vez y el como le decía entre risas a la madre, que su papá estaba loco como una cabra.  El no dijo absolutamente nada se quedo callado, porque la situación se tornó  muy graciosa. Se levanto del enorme sofá, cerro la puerta y continuo con sus trabajo de edición metido en su música. Así paso casi todo el resto de la tarde. Al otro día muy temprano después de desayunar  juntos fue a por su bicicleta y le llevó a la escuela. Siempre hablaban mucho en el camino. La niña se entretenía haciendo la mayoría de la veces preguntas llenas de ingenio, vivía  metida las mayorías del tiempo en esos cuentos que su madre le leía y eso era bonito porque para ella a su edad, la vida real para ese momento no eran mas que todas aquellas fantasías de lugares y personajes que por su manera de ser sobrenatural no dejaban de atraparla. Y él para salir como podía de los apuros en que la niña lo metía, le inventaba casi siempre todas las historias. Bajar por la séptima avenida rumbo a la playa era una de la vías que mas disfrutaban juntos, nada igual, porque como era la zona donde se encontraban la mayoría de las embajadas y donde trabajaba el servicio diplomático, por lo general no había mucho trafico y estaba poblada de una punta a otra de poderosos arboles que la mantenían fresca y saludable. Además  de ese olor a mar que llegaba desde la distancia por la costa norte.  Pero esa tarde que fue a recogerla él no había hablado mucho. Ella le recibió con un dibujo que le había hecho. La montó en la bicicleta, en su pequeño asiento para niños y tomo el camino de regreso. Seguía en silencio mientras le escuchaba cantar aquellos dulce y entrecortados cánticos infantiles metida completamente en su mundo, se sentía feliz cuando estaba libre. Como si el aire de la calle le devolviera el alma al cuerpo. Tenia en la cabeza un pequeño plan y en esos momentos como era un hombre con una misión estaba tratando de que todo le saliera estupendo. Por eso era mejor mantener su silencio ante que todo. Cruzo la calle 10 y atravesó el puente de hierro. Corto a la izquierda, paso la gasolinera buscando Linea y llego a casa de su profesora de lenguas que impartía tres días a la semana en las tardes clases de piano y de eso sobrevivía, era un dinero más que le entraba, pero ella en realidad le apasionaba. Los padres le llevaban los niños después de la escuela y su casa la había convertido como en una extensión. Después de unas charlas con la maestra todo quedo acordado. Era con la única persona que mas se sentía segura en la escuela, muy cercana, por lo que no fue difícil resistirse a esa buena química y desde que la vió entrar ambos ojos se iluminaron.  Tanto fue así que decidió quedarse sin chistar y jugar con las teclas de los pianos como lo demas niños. De la forma en que ella lo hacia, hablo de la profesora, era de la manera mas entretenida posible y aquel método con el que atrapaba a los muchachos de esa edad era muy practico, porque rápidamente llamo la atención de la niña. Encima de cada tecla aparecían pequeñas figuritas de personajes de cuentos que según el tipo de sonido reproducía las notas musicales exacta lo cual era muy fácil de aprender por sus alumnos que rápidamente se enrollaban en el aprendizaje. Allí entre lecciones del do re mi fa sol, pasaron la tarde juntos. Ella no sabia que todo eso era un plan, parte de la estrategia, sin embargo las cosas le salieron tan bien que cada pieza iba encajando poco a poco en el rompecabezas porque la niña fue  cayendo en el embrujo de las clases de música y a la vez de disfrutar gratos momentos con los demás niños que ademas eran de su misma escuela fuera de las reglas y restricciones de la enseñanza pedagógica. 

Así fueron pasando unos días, en lo que él comenzó a llamar el  juego de las emociones y venia con ese contagio que vive en la música, porque a la vez que la iba animando a ella para que continuara, se animaba también él, nada igual.  Unas semanas después con la intención de que las cosas fueran a mas en serio, entre su esposa y él acordaron comprarle un piano clásico de madera. Así fue de rimbombante, pero cierto. Estaba tan barato por esos días., era una ganga. Alguien que se marchaba del pais lo dejaba por un precio aceptable y como le cayó del cielo fue a por el piano como un cazador a su presa, tenia la divina iluminación en su cabeza de que esa era la oportunidad que estaba buscando y no le iba a perder de vista. Había pensado y siempre tuvo en su cabeza desde que nació la niña, que tener algo así en su casa podría ser muy útil. Ese instrumento fenomenal en un lugar de la sala le daba al lugar cierto tono místico. Esa había sido su propia mirada la que lo delataba desde que era un niño y no le importaba, nunca pudo resistirse a esa sensación. Un viejo piano en un rincón de una sala era el gesto de majestuosidad mas grande y generoso del mundo y con eso vivía, creyéndolo hasta la medula. Este es el único individuo que no engaña nunca a los sentidos, se decia, los afina. Muy pocos saben en realidad lo que es trasladar un piano clásico de un extremo a otro de la ciudad, esta idea ronda con lo imposible. Un instrumento antiguo tan delicado de barriga enorme y tan preciso en su naturaleza armónica, tan exacto en su interior, que solo el proceso de moverlo se hace tan complicado que debes de asegurarte bien de antes, como un reloj roto, necesitas llamar un experto. Ademas de todo eso, pesan una tonelada por lo que si lo haces algún día piénsatelo bien, no es cuestión de fuerza lo que hace que se traslade, sino, de técnica en el asunto, porque algo asi tiene la fuerza por dentro. Es majestuosamente un piano clásico. Imagínense subir algo así por un segundo piso en la Habana, la ciudad mas difícil del mundo para esas cosas, porque no todo el mundo esta preparado para algo así. Y luego bajarlo a duras pena por la azotea de un tercero. Dios…! Fue toda una odisea. La operación no duro mucho, pero fue agotadora. Aquel instrumento inundó la sala con su presencia y atraía a todo el que pasaba por el corredor al interior por su gran belleza. Pues allí, sembrado como una firme estatua griega, atónito por la novedad del lugar y dispuesto a dejarse acariciar por una nuevas manos en su legendaria historia. Se lo dejó con una enorme satisfacción y dicha, mientras la niña le miraba fijo a la cara que le brillaba mojada por el agua y el pegajoso sudor que le chorreaba a la gota gorda por todo el cuerpo. Nada de lo anterior pudo borrar su rostro de realización. Ni los obstáculos en el camino a casa. Se lo habia tomado todo tan personal que sentía que al final ese instrumento terminaría siendo una extensión de sus deseos y no los de la niña. Pero eso lo tuvo sin cuidado, no se dejo llevar por los malos augurios. Se acerco a su hija, la tomó del brazo que se acurrucaba más a la madre y que le hacia el caso del perro. Los niños a esa edad solo escuchan lo que les da la gana, ellos son los reyes del mambo, pero aun así él no se cortó en sus palabras. Le dijo "Yo no se si al final tu viviras de la música, eso lo tendras que decidirlo más adelante, pero esto te va ayudar mucho el día de mañana. Estoy seguro. No hablo de dinero." Esta vez se dirigió a la madre…"Hablo de otros problemas mas importantes y para cuando esos lleguen. Ya tendrá un lugar donde arrimarse, así que las cosas en su sitio. Fue la primera vez que su esposa comenzó a entenderle. Porque era la primera vez que este se lo dejaba ver claro. Hablaba del equilibrio en la balanza. Así fue como lo descubrió. Y se sintió mucho mas tranquila. En un lado podía ver y apreciar el enorme gesto, porque de salir a la luz esa gran posibilidad de aprender, era muy buena para llenar de color el mundo interior de su hija. De algunas forma este le entregaba las herramientas indispensable para los tiempos duros, esos que están en la orden del día y que suelen llegar cuando comienzas a tomarte las cosas bien en serio. Aunque era su madre no estaba ajena a los descalabros, ni a esos inexplicables problemas que aparecen mas tarde en la vida cuando tienes el corazón roto.  Y por el otro lado, que hiciera lo que le diera la real gana, esa era su vida y ella quería que su hija creciera libre. 
Un tiempo después las cosas no le fueron también y tuvo que abandonar la Habana, esta vez definitivamente y por mucho que lo intentó, la niña perdió el interés por el piano. De esos no se hablo mas en años parecía que con solo tocar esa tecla se despertaran los demonios que quedan rondando cuando no sabes que hacer con los recuerdos y las cosas desarregladas. Todo cayo en el olvido y él se puso triste. Fue un tema del que nunca mas quiso tocar. Pasaron años, los suficiente como para apartarlo de la memoria. Esa relación entre la vida y la música había llegado a su fin. Al menos eso pensaba él, hasta que un día. Sin venir el caso, le cuenta la madre que desde hacia un tiempo llegaba de la escuela su hija, que ya era una jovencita y pasaba ratos tocando la guitarra vieja que ella tenia colgada en la pared del corredor, que hasta le faltaba una cuerda. En esos momento llegaron de repente algunas imágenes del pasado que había dejado tirada en algún lugar del camino. Como ya no estaban tan cerca, nada se podía hacer con ellas, p
ero aprovechando la oportunidad, retomó el tema. Esta vez buscando una pista por donde habían quedado las cosas quiso reparar la situación y le compraron una  buena guitarra en Madrid. Tal vez las cosas no tengan ya el mismo sabor de antes pero sin querer había tocado algo de su fibra interior. Tanto que comenzó a incorporarla a una parte de su vida. 
El prepararse para vivir es uno los principales logros de las que debe de estar consciente el ser humano. Motivar el mundo de los niños para ir moderando su ambiente debe de ser una prioridad, sin mucha presión se necesita paciencia. Cada cual es diferente y regar esa semilla para que tenga buenos frutos en un futuro es cuestión de fe. Todos hemos sido niños alguna vez y en nosotros aun queda esa huella imborrable de ingenuidad, de claridad que no nos abandonan aun en tiempos dificiles. Muchos pierden el norte a lo largo del camino, la vida es impredecible y no estamos hechos para soportar las perdidas. Pero si lo intentamos bien, seguramente las cosas tomarían otro curso en el futuro. Deberíamos asegurarnos de que eso suceda. Encontrar un espacio seguro donde se pueda lidiar con los golpes es sumamente complicado. Nadie se repone fácilmente a esos cambios tan drásticos, ya que no hay nada que los detenga en su misión de arruinarte la existencia, porque estos penetran en el alma y nos abandonan al menos que encontremos como. 
Los vuelcos que da la vida. Ahora ha pasado mucho tiempo. Vive en un pequeño y caluroso estudio de nueva york y su vida dista mucho de la del pasado, pero aun asi no a perdido aun las fuerzas ni las ganas de siempre. Aunque están cada cual por su lado, sobreviven a la distancia de la manera mas natural posible, porque puede sentirla muy cerca. Hablan siempre y todo lo que pueden. Pero eso no ha impedido que nada cambie entre ellos. Porque una cosa no se puede negar y es que en lo mas profundos ambos se parecen mucho. Están tan conectados que es imposible notar esos cables invisibles que los unen al pasado, permanecen en su cimiento. Y vienen atraído por una corriente interna que llega en esa alteración de los sentidos, es todo mucho mas real que antes, como aquellos cuentos que le contaba cuando era tan solo una niña, porque para ambos inclusive no tenia que ver nada con la fantasía. Hay muchas cosas que nos ayudan a vivir y están cerca de nuestras manos como los libros, la música, el arte en general que despierta al alma,  que nos quitan el sueño. Esas cosas que tu no puedes tocar tan fácilmente mente pero que existen y son en realidad lo que somos. Ese es el significado de esa palabra clave de la que estamos hecho, somos la humanidad, no otra cosa. Y todo lo que la forma debe de ser imprescindibles, no puede pasar por obvio, para que luego a la hora de tomar las jodidas decisiones te encuentres mejor preparado. El remedio mas fácil y seguro para soportar el caos en medio de la tormenta. Hay una sabiduría que nace de la experiencia y esa quedara siempre en nuestros corazones, es la única razón por la que estamos aquí y penosamente se nos olvida, esa es la mejor de las herencias. Solo se llega en ese puente imaginario que une a la relación entre hijos y padres, ha sido así y lo será desde siempre aunque solo le dejemos el peso a las escuelas. Hay muchas cosas que curan los malos tiempos o los dolores de estomago en el futuro y debemos de dejarlas claras y sobre la mesa. Esa es la única medicina, no otra. Y la conocemos, no hay que ir a ningún lugar a buscarla. Aprender cosas nuevas es una aventura. Cuidar a los amigos, es la única manera de tratarles con respeto. Tocar un instrumento musical es cosa de dios, es el lenguaje de los sonidos, dibujar es otra galaxia. Todo eso despierta la curiosidad y cuando esa llega, no escapas porque todo fluye, hace que te sientas cómodo donde quiera estas. Esta llena todos tus espacios y finalmente te enamoras de las cosas que dan a tu vida un nuevo Color. Se de lo que hablo. Odio estar aburrido dentro de un hotel de lujo tirando fotos. De esa otra manera, nunca se esta solo en este mundo.
 "Estambul" Asi se llama el Libro. Le dijo ella antes de su viaje a Turquía. Aunque viajaba con su madre llegarían a Estambul en unos días y como era de costumbre su hija había  comenzado a leer un libro sobre la ciudad y estaba metida en su mundo el cual recíprocamente abarcaba el de él que estaba involucrado completamente en el tema. Tenia la sensación de que también viajaba a la ciudad del Bosforo. Entonces le dijo..Papa el author de la novela es...y no le puso mucha atención, podía ser cualquiera. Pensó ingenuamente para salir del tema, podia ser un libro de viajes mas. Que Estambul dividía a Europa de Asia por el estrecho del Bosforo y otras cosas más, la vieja historia. De la influencia de los imperios, de las ruinas de sus calles romanas, Los obeliscos Egipcios, lo pensó todo. Había visitado antes ese país. Pero dias después buscando por curiosidad encontró una frase de un autor que le llamo la atención. Y rápidamente  tomo el teléfono por la curiosidad  y le pregunto, quien era el autor del libro.  "Orhan Pamuk", le respondió ella y quedo perplejo, bastante sorprendido. Aquel nombre llego como un misterio. Era el mismo que estaba leyendo. Era el mismo de la frase que se le quedo muy dentro. “Estambul", es un gran libro, una novela escrita sobre la gente de la ciudad, muy desgarradora pero sobre todo, muy especial. otra mirada al mundo de los vivos. Lo que todo aquello le parecio un autentico milagro.𓀵

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martes, 21 de abril de 2020

"Arriba de la bola"

Esto no es una bola de cristal, no, es de mármol blanco. Y vengo hoy porque quiero hablarles de brujería, pero no teman, no tienen porque. Yo no soy un mago, no soy un hechicero, tampoco un experto en ciencia ocultas, pero puedo decir cosas al respecto, como todos ustedes, que es posible  tengan también un concepto bastante claro de a lo que me refiero. Por eso he decidido invocar a los espíritus de la buena estrella y así atraer mas a nosotros esas cosas que en realidad valen la pena. Recuerden, no quiero caer en dogmas…Brujería, desde el punto de vista universal. No hablo de Yoruba, ni de Carabali. No es de la religon Católica,  ni la Musulmana, ni de los budistas. Hablo de todas en general. Esta esfera que traigo acá, tiene poder, vamos a dar un viajecito en el tiempo.  A ver sinos entendemos. A aquellos que no creen, piensen en esos, en los que creen.Y la verdad que os digo algo, he estado todo este tiempo de encierro con la cabeza en otra cosa, haciendo lo que para mi es importante, llenando estos espacios vacíos con lo mejor, porque una cosa es una cosa, cuando todo esto pase y se aleje el mal temporal, porque pasará  algún día, quiero mirar atrás, sentirme satisfecho y decirme desde lo mas profundo, ese para mi no fue tiempo perdido. Ha sido uno de los momentos mas interesante de mi vida y no es que lo diga yo, es asi, espero que para ustedes también. Nadie me podrá  negar que yo he estado arriba de la bola. Porque que hay que estar como dice la canción... "Arriba de la bola"


 Hay un tiempo para todo bajo el sol.

Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. un tiempo para plantar y el otro para para recoger la cosecha. Uno para destruir y otro para construir. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Uno para odiar y otro para ser amado. Un tiempo para desistir y otro para intentarlo, sin dudas. "Hay tiempo para todo bajo el sol"..............……………………Ecleciates 3 …………………………𓁉𓁺





   Ven esta bola que tengo acá conmigo, tiene los años que tu no imaginas. 2260, así es. Son unos cuantos eh, muchos. Esta intrigante esfera mágica apareció en los pies de la acrópolis de Atenas, en las ruinas del famoso templo el Partenón y simboliza a Helio, el Dios del sol. Hoy se encuentra en su museo allá en Grecia. Y sus signos tallados a los lados del paisaje en su relieve añaden a ella un poco mas de su enorme misterios., 
Hoy vengo hablarles de Brujería con mayúscula, de ese poder que yace detrás,  oculto en la pura naturaleza de las cosas. Invisible a la mirada común. Esa palabra oscura para mucho de nosotros, pero no lo es aunque venga envuelta en esa nube negra de vientos huracanado con poderes sobrenaturales. Trágica en ocaciones por su naturaleza escurridiza, potente arma letal que no se anda con cuentos chinos porque ella es de este mundo, el de los vivos aunque en lo más profundo venga del de los muertos. Por lo que no es cosa mala. Solo sabe Dios que tipo de cosas es. Para mi tiene que ver con algo más allá de la razón o del dos más dos son cuatro, porque con solo escuchar su sonido ningún organo del cuerpo humano se siente ajeno a su efecto hipnótico. Te embriaga en un suspiro con solo su aliento fétido. Se apodera de él  como la fiebre. Rompe lo malo y abre sus benditas puertas a lo bueno, también lo es al revés, porque puede convertirlo todo en un infierno en un abrir y cerrar de ojos. Es implacable cuando anda de ronda, la brujería es un arma letal, no se confíen, solo cuidense de ella. Respetenla como si eso contigo no fuera. Pero no le teman en lo absoluto. Ni siquiera te enfrentes a ella, déjala pasar tranquila, que se arrastre en esa su naturaleza de zombis volátil y espiritual donde radica su mayor peligro, en su engañoso disfraz. Es un lobo vestido de oveja y se mueve silenciosa como una serpiente, eso no es de extrañar usando esa máscara para pasar desapercibida y que no se quita ni para descansar. Así es muy difícil reconocerla en eso, sus pasos bien seguros. Ellos, los llamados brujos de aquella época de Ñaña Seree la llenaron de sacrilegio y le cambiaron su nombre de bautizo. La acomodaron a su antojo porque comprendieron que en su manera de existir venía el hechizo. Y estaban en lo cierto. Sabían que una relación única tenía que haber de alguna forma entre el bien y el mal. Para ellos, brujos y hechiceros no había tal frontera, sino una especie de lugar vacío donde se derrumban todos los sueños y al que es fácil de llegar en el preciso momento en que la mente sufre de temblores  por el escalofrío. Les hablo así pa que me entiendan, ellos mas bien se referían a el miedo en carne propia.

Cuidate de la brujería, que esta entra por la mirada y ataca esas partes del cuerpo que se encuentran vacías, frágiles, huecas.  Cuando sientas que el mundo se cae en pedazo, mueve los caracoles, tirate en plancha y déjala pasar, que se vaya con la brisa, pidele lo mejor para que el bien no se demore, llegue con prisa...y que la salud, esa que anda siempre a sus anchas tratando de ganarle el terreno al tiempo, escuche sus plegarias en su negra noche de extraños misterios. En fin que pa no hacerle el cuento tan largo, esta vive en la punta de una profunda mirada, en un pensamiento, es así de sencilla. Allí se esconde, tiene su casa en lo alto como en un árbol entre las ramas. De esa forma vive, colgada patas arriba esperando por un descuido para volar y chuparte la bilis. No le dejes robar tu atención. No le des el gusto de que te afecte con su jodido efecto de su mal de ojos.




Algunas veces suceden cosas fuera de nuestro control que nos pone cabeza abajo en ese drama y ese rollo de que todo es negativo,...date cuenta que; 

Hablo ahora con fuerza, ya tu sabes, esto no es historia, es así desde el tiempo de esa esfera que simboliza al inmenso camino hacia la iluminación  y que hasta los griegos de aquella época, hace mas de 2000 años, dieron una enorme importancia, la veneraban rindiéndole culto sagrados para mantenerla siempre a distancia y que no perturbara sus propias vidas.
   Gente positiva no tiene lo mejor de las cosas. Que te hace pensar que si? Ellos solo ven el mejor de los lados. Se iluminan cuando intentan buscar una salida porque solo hacen lo mejor con cualquier situación. Se trata simplemente de no quedarte atascado en el lado en que la vida no funciona esperando solo por un milagro. Si no te va bien, es solo una señal de que tienes que cambiar la estrategia. Debes de entrenar tu mente, buscar siempre la manera de que vea el mejor lado de las cosas y para eso deberías hacer un esfuerzo. Porque tu felicidad depende de la cualidad de tus pensamientos. La vida no es perfecta y tienes que aceptar que en ella hay una especie de reguero algunas veces a los que ellos llamaban la tragedia. Vida al fin. En ocaciones te aprieta, te pone en jaque y te obliga a sujetarte bien los cinturones, porque en cualquier descuido pueden dejarte con una mano delante y otra de detrás...Hay momentos que lo único que dices, que diablos es lo que esta pasando, nada me sale bien. Así es. Como entrenar tu mente? Pues sencillo. Buscarle el lado bueno de las cosas, aún en la situación más desesperante, porque necesitas una claridad. Eso también es de humano, tan necesario para vivir que deberías ponerle mas atención. Y cuando eso ocurre. La negatividad no tiene ya ningún poder sobre ti. Las cosas negativas  solo te afectan cuando estás en  la misma frecuencia de lo negativo. Cuando le pones atención estas poniéndote en su misma vibración. Por eso te digo, que cambies de onda. Así de simple...que el sol ilumine tu vida depende de ti, no de nadie. Cuando le pones atención a algo le estás dando tu energía, por eso es mejor saltar la ola que te atrapa dejándola pasar sin intentar enfrentarte a ella, de esa forma te acercas mas a la otra orilla, la más positiva. No es tan complicado. Es mejor estar atento, porque es cuestión de equilibrio y solo lo logras enfocándote en aquella cosas que nos hacen sentir mejor, que nos producen un gran bienestar."Entrena tu mente para ver lo que en realidad es lo importante, un pequeño gesto de bondad en una situación realmente mala." Allí es donde esta el misterio. Mientras más agradecido seas y eso no lo digo yo, vas eliminando todas esas cosas que se te resisten en el camino y a la vez alejas los conflictos y los malos entendidos. De los malos momentos hay que salir...pero con la mejor cara. Lo único que podemos hacer con ellos es no dejar que se nos suban a la cabeza, tu sabes, eso es mucho para un cartucho. La cabeza tiene  vía libre, por no decir luz verde, va directo al corazón. Que se encuentren otro lugar para tirar su basura, no en tu cabeza, que es santa.  Ya lo sabes, la gente positiva tienen siempre su sitio en un lugar seguro y tratan de amueblarlo bien con humor, con generosidad, porque saben que la calma viene después de la tormenta y mientras todo pase, un café a la mesa. Si al final allí sobre su cabeza vive...en el cruce de caminos, arriba de la bola, ese poderoso sol que nos alumbra. La luz de la vida.

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