ֆօռɨɖօֆ ɛռ ɛʟ ɮǟʀʀǟƈóռ
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... Este es el Tráiler, son solo dos minutos de mi documental " Barracon 309 " finalmente montado y editado por Selene mi hija. A dios gracias por esta oportunidad de colaborar juntos.
🎬 Fue en el año 2004 que llegue a la Habana. Venia de Madrid. Siete años de ausencia. Traía conmigo una serie de equipos eléctricos, una laptop, una cámara, algunas ideas y monté un pequeño estudio de grabaciones en un rincón de la casa en la calle Paseo en el Vedado. A ese lugar venían mis viejos amigos conociendo la posibilidad de hacer algo y así escapar de la dura realidad del país. El Barracón como le llamabamos fue el sitio ideal. Nos gustó ese nombre por una visita que hicimos al Cafetal, un antiguo ingenio por los alrededores del Valle de Viñales. Los Barracones eran los lugares donde vivían los negros esclavos. Y se cuenta que era el único sitio lejano que les permitían estar para así de esa forma no molestar a sus amos. Vivían en condiciones extremas y se les trataba como a salvajes encerrados como animales en un corral. De esa forma se les apartaba para evitar que aquel olor nauseabundo, sus rituales de la brujería y aquellos extraños ruidos de sus cantos religiosos traídos de África, llegaran a la lujosas haciendas donde estos señores vivían con sus familias. Con solo estar allí y recorrer el área nos fue muy fácil adivinar cuál era su vida de noche, después del arduo trabajo en las plantaciones de café bajo el duro sol del mediodia. A nosotros rápido se nos ocurrió la bendita idea. La situación dificil del país nos arrastró hacia ello. Esta se nos vino encima y de una forma inesperada nos hizo verlo todo tan claro. Comenzamos trasladando ese hecho hacia nuestros días. Y se nos ocurrió que en vez del dolor y del sufrimiento, esta vez lo que escaparía de esos inmundos Barracónes, sería el espíritu de nuestra música, esa que buscaba una estrepitosa salida, como un mensaje. La carta. La que por entonces surgió como una necesidad de comunicación con el mundo exterior. Esto es... Barracon 309.
Esta es una historia sobre la amistad y sobre los sentimientos llevada a través de la música. Ocurrió en La Habana a a la memoria de Mauricio Sáenz, escritor y músico.
La felicidad es ese trozo de la realidad que uno guarda en el fondo del alma. Por eso tengo ya suficiente razones para sentirme un hombre feliz. Hoy vengo a hablarles muy en serio. Aunque ya casi no lo hago, esa es la verdad. Mi documental de música está terminado. Hace un tiempo atrás me atreví a presentarselo pero en realidad el estar metido mucho tiempo en él me dejo tan cansado que no pude manejarlo bien. Sentia que estaba cayendo en un pozo oscuro sin fondo y como no era bueno para mi salud, lo abandoné. Fue mejor así. De esto ha pasado ya casi diez años. Hasta que hace unos días atrás se lo envie por alguna razón a mi hija para que me lo editará sabiendo que su mirada diferente, su manera de ver la vida y conociendo lo metida que está en este mundo de la creatividad audiovisual podia organizar un poco mis ideas y traerlo de regreso de la lejanía. No le dije nada, se lo envié y le escribí. Vete a ver si puedes hacer algo con esto. Yo estoy cansado. No puedo hacer más. De principio me respondió, que no me lo prometía, pero que lo iba a mirar. Cualquier respuesta viniendo de ella estaba bien y tenía que aceptar. Sin embargo estaba seguro que la iba envolver si le echaba un vistazo. La conozco. Horas después, eran ya las tres de la mañana. Me llegó su mensaje. Que lo habia terminado. Asi decía. Una sorpresa para mi. Era tan importante su mensaje que me quitó el sueño. Ver como se involucraba en algo que tiene tanto valor para mi hacia que las cosas tomarán un nuevo sentido. Sabia que ella con su ojo crítico y desde fuera, podia organizar las historias. Ponerlas en su lugar. No hay nada más saludable que poner toda tu fé en el destino. Dejase llevar y sacar con ganas todas esas cosas que no son imposible. De primera, cortó todo lo que sobraba, vaya lección esa y me enseñó, que no se puede uno dejar llevar por los sentimientos. Mas vale poner las cosas en su lugar. Eso aprendí de ella. Y otra cosa...Si pones todo tu empeño y un pedazo del alma para que algo grande suceda en tu vida, tendrás a tus pies la curiosa obligación de llevarlo de la mano hasta el final. Así que escuchando sus consejos me he puesto manos a la obra y aquí se los dejo.
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"Un sonido desde el Barracón "
🎬 Esta es una historia sobre la amistad. Sobre los sentimientos y sobre la música. Ocurrió en La Habana a principios de este siglo...A la memoria de un gran amigo que ya no está. Mauricio Sáenz, escritor y músico
"A la memoria de Mauricio Sáenz"
...Las historias que vienen solas. Llegan cuando no las esperas. Imposible es predecir lo que pueda repararnos el futuro. Nada está escrito tú lo sabías bien. Pero hay otras historia que se sienten mucho mejor si van acompañadas hermano. Tomadas de la mano amiga en ese largo
camino rumbo a la eternidad. Sobrevolar sin fronteras ese espacio infinito donde la nada nos espera. Desaparecer sin dejar ningún tipo de explicaciones tiene que ver con eso de la intriga..Cuando estas han abierto la herida, lo mejor es dejar que se vayan para siempre. Sin embargo, uno de esos días estas toman el camino de vuelta, mira tu que sabia es la vida. Regresan de la única forma que encuentran y nos llenan de luz. Así es como trabaja Dios. Lo hace con el solo hecho de entregarnos esos momentos fugaces grabados en la memoria, donde la realidad se trastoca con una única intención, la de entregarnos su lenguaje de tiempos, de silencios impresindibles, porque no hay nada como estirar esa mano para tomar distancia y así quedar atrapados en esa maraña de cosas increíbles, cotidianas, traídas de otro mundo que llegan sin avisar, como una música. " La vida es preciosa. Tu, no lo des por sentado nunca. Todo ocurre con un solo propósito. El de dejar nuestras huellas en el tiempo. Más vale que le pongas esa música de fondo "
..Esta es unas de mis joyas de más valor. Como se lo cuento. No hablo de piedras preciosas. Sino de esos valores espirituales que hacen de la vida un historia interesante. Hablo de un diamante en bruto. Tal vez no signifique nada para ustedes, no tengo la menor intención de inmiscuirlos. Pero para mi si. Y mucho. Haber conocido en aquellos tiempo que vivi en la Habana a una persona como Mauricio me dio la oportunidad de verlo todo de una forma diferente. No he concido a nadie que amara tanto la calle como él. Para mi dice mucho cuando les hablo de un periodista de los pies a la cabeza. Las cuatro paredes de su casa no pudieron detener jamás su espíritu libre e incondicional. Solíamos encontrárnos en los mismo lugares de moda de entonces por diferentes razones. El mundo del arte es algo complicado y la gente se cree cosa. Aunque no estábamos en la llamada élite, nos daba igual ocho que ochenta. Teníamos las cosas muy claras y ni a Mauricio ni a mi, nadie nos podía pasar un gato por liebre. Quiero decir, teníamos las cosas muy claras. No éramos los que adoramos dioses tan fácilmente, por eso nuestra admiracion era mutua. Una tarde camino al Pabellon Cuba, allá en el Vedado me dijo que necesitaba un libro de cuentos. De Julio Cortázar, me dejo caer. Fueron nuestros primeros diálogos. Es la historia de un famoso saxofonista negro de blue. - El perseguidor, hablas de Charlie Parker? Le respondi. - Sabía que tu lo tenías. Me lo dijo convencido. -Estoy escribiendo un artículo en la revista Tropicana Internacional sobre un pianista joven de los Van Van y quiero leerlo para inspirarme. Ese detalles era como una bofetada al mentón. Nunca olvido ese momento. No se como sabía que yo guardaba ese libro como un tesoro. Desde ese preciso instante comenzo nuestra verdadera amistad...Y mucho después cuando deje la Habana y nos fuimos alejando todos del país, sabia que el mundo que quedaba para él, lleno de miserias, rodeado de hipócritas descontentos, de tantas limitaciones y de esa triste mentalidad cerrada, terminarían por quitarle lo único que le quedaba. Y así fue. Por eso cuando se me dio la oportunidad de regresar pensé rápidamente en Mauricio para mi nuevo proyecto. Estaba yo tanto en lo cierto que fue a la primera persona que encontré por casualidad la prinera noche cuando regresaba de Madrid después de siete años. Vivia yo en el Habana Libre que ironía la del destino. Me dijo.- Negron. Has puesto el listón muy alto. Y entre cervezas sentado en el lobby, le hablé de mi nuevo proyecto.
