Blog de historias, reflexiones, puntos de vistas. La vida, viajes por el mundo. Otra manera de narrar lo cotidiano. La gente y sus misterios

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viernes, 8 de mayo de 2020

Allá en las nubes. El Partenón




En el Olimpo
Nos acercamos a Atenas desde el norte a principios del crepúsculo, subiendo una colina. Cuando llegamos a su punto máximo, nos deslumbró mirar hacia abajo y ver la Acrópolis golpeada por un rayo de sol poniente como si inmensa entre las nubes, posara para una foto.
Donald Hall



  Era yo muy joven aún y como chico de pueblo tenia los horizontes muy cercanos, por no decir al doblar de la esquina donde pasaba la mayor parte del tiempo libre entre mis amigos. Para mi punto de vista, esos eran los lugares mas seguros del mundo por aquel entonces y vivía  agradecido por eso. Bastaban las visitas que hacía con mis padres y hermanos a algunos que otros sitios en el otro extremo de la ciudad  donde nos reuníamos una que otras veces con nuestra familia para darme cuenta que todo en realidad no estaba tan lejano. Aunque por aquellos días yo creía que esas fronteras eran el fin del mundo, pero ya veo que no lo eran, porque no tenían nada en lo absoluto que ver con lo desconocido. Tampoco en mi cabeza estaba eso de llegar un día a la luna, no les voy a mentir y si les digo la verdad, ese no era mi plato fuerte, porque para mi no había mejor lugar que las calles sin asfaltar de mi barrio con los pies descalzos entre la hierba y las piedras, en ella me perdía como en un secreto laberinto. Ese era en realidad mi único universo aunque tampoco les voy a negar que aun así, siempre estaba en las nubes. Ocurrió por aquel entonces algo que quedo grabado  en ese paso de la niñez a la juventud y que descubrí por azar y cambio para siempre mi forma de ver las cosas. Es la razón por la que todo esto que les voy a contar viene al caso. Acostumbrado a meter las narices donde no debía, de alguna manera como un animalito salvaje seguía siempre mi instinto aunque eso por lo general me traía problemas. Nunca estuve interesado en la historia, hablo de la escuela. Odiaba  todo aquello de las guerras y de la gente que tomaba el poder  y se convertían en ogros o personas malvadas. Por lo que la historia universal me tenia sin cuidado y ni siquiera me importaba mucho la de mi país, me resultaba un tanto aburrida. Era un chico negro mas del barrio de una familia lo mas normal del mundo, no era muy fácil por esa época en un barrio y sus aspiraciones como la de todos, era que sus hijos tarde o temprano aprovecharan ese tiempo y tuvieran una buena educación con vista a un brillante futuro profesional. No era de esperar si quieres para tus hijos lo mejor. Pero como por aquel entonces la mayoría de las cosas que veía en la tele y aprendía en la escuela no tenían nada que ver con mi vida, eran un poco ajena, tampoco se acercaban a lo que sentía, en vez de crear una empatía alrededor de todo aquello que trataban de inculcarme en la escuela, sencillamente como no ponía  ningún interés, casi que la aborrecía y la historia en general siempre fue una asignatura que me cayó muy mal, éramos el perro y el gato. La tenia entre ceja y ceja, esa era la verdad. Nunca me identifique con los personajes históricos, ni los buenos, ni los malos, los sentía tan lejano a mi mundo que siempre pensé que era ficticio, me costaba de una forma u otra creerme sus hazañas, creo que me identificaba mas con los protagonistas de los episodios de la tele que llegaban con mas fantasías, que cuando tocaba la hora de estar sentado escuchando a la maestra, mi mente volaba de otra dimensión a el infinito, prefería no prestar mucha atención a toda esa cantaleta y la verdad que en mi cabeza no entraba. Que me importaba a mi aquel mundo de fantasmas y héroes de papel que nunca me parecieron de carne y hueso. Mi universo lo conformaban las cosas reales esas que me quitaban el apetito y el sueño, como ese olor a ajo y cebolla frita de la comida que salía de la cocina cuando todo estaba a punto de caramelo y lo único que quería era que mi madre diera la señal de sentarse a la mesa. Ya saben, el mundo de las sensaciones por el olfato, ese ya era una realidad. El verde del campo que te atrapaba sobre todo cuando las tardes no eran demasiado calurosa y a lo lejos se te perdía la vista por el resplandor del sol en aquel cielo azul de nubes tranquilas tan cerca de tu cabeza. El agua fresca  del río a una cuadra, que por entonces corría clara sin detener su curso entre sonidos diferentes como atravesando por la mitad las frágiles fronteras de la realidad. Estas iban de camino a ese lugar del que todos hablaban, el poderoso mar. Así que lo de la escuela, aunque me gustaba, prefería pasar de ella porque me robaba la mayoría de mi tiempo libre y yo no era mas que un fantasma. Pero como no me gobernaba, tenia la obligación de asistir todos los días sin ni siquiera chistar. Con eso de seguir en ocaciones las reglas nunca a habido un problema, he sabido como manejar los duros momentos en mi vida y he creado una técnica, esa la aprendí desde muy chiquito. Cuando no me gusta algo, o por lo general me incomoda, me busco rápidamente una justificación, o sea una especie de trampolín. Estar aburrido, no va con mi naturaleza salvaje, algo siempre se me ocurre para trascender el momento y volar a otros misteriosos parajes con la imaginación, así de simple. Es como hacerte el loco cuando tienes la obligación de cumplir con los caprichos de otros, dices que si a todo, haces lo que tienes que hacer, pero mantienes la mente en el lugar exacto, único, en el que quieres estar, dispuesto a obviarlo todo para saltar al vacío y de esa manera en la caída, se van diluyendo uno a uno los problemas, se escapan por la puerta de atrás sin vacilar como si rompieras la fuerza de su gravedad. Si no vas más allá de la superficie no te afectan, eso sucede cuando no vale la pena penetrar en lo más profundo. Esa técnica me ha servido incluso hasta en los días de hoy, por eso le doy gracias a dios que me mantenga sano y a salvo de los terremotos de la mente. Pues resulta que por esos días el objeto de mis deseos tenía nombre propio y era real como la vida misma. Puedo llamarle la Julieta de mi historia, para que me entiendan. Había una chica del octavo B, el aula de clases del lado de la mía que con el solo hecho de existir me tenía hipnotizado. Estaba siempre metida en su mundo etéreo y aunque parecía que no tenia alas, dentro de ella vivía un  ángel porque era demasiado callada, tan diferente a las demás y con una total plenitud en todo lo que hacia que su manera de tomarse la vida que creaba un gran misterio ante mi propia mirada, porque no le perdía ni pies, ni pisada. Su plena seguridad y sus delicados movimientos armónicos atraían completamente toda mi atención. Llegaba casi siempre temprano, todos los días, por no decir que era una de las primeras. Tocaba la viola y le gustaba leer libros de cuentos y los viernes, sin falta recitaba poesía de memoria en el matutino. Ese era mi punto débil cada vez que escuchaba su voz y releía los libros, que por aquellos días yo sencillamente  los odiaba. Tal vez por eso, como éramos dos polos opuesto era la razón que me tenía rendido a sus pies. Un hombre no lee, pensaba yo, según mi educación de guerrero esas eran cosas solo para los horarios de estudios. Y como quería hacerme el duro, no me lo pensé mucho y use para acercarme un poco mas una de mis grandes estrategias, creo que la mejor para tratar de al menos, que la ansiada princesa de mis sueños se diera cuenta de que me tenía al perder los nervios. Pues mi hermano mayor tenia un diccionario Larousse, de aquellos que eran inmenso para la mayoría, era una carga, porque nadie en la casa le hacía ni el más remoto caso. Un libro que no era muy grande, pero tenia tantas hojas que pesaba una eternidad. Podías amarrarlo con una soga y tirarlo en el fondo del mar que seguro encontraba el fondo en un abrir y cerrar de ojos. No hay nada que pese mas que uno de esos libros viejos con carátula de cartón solida que parecen como la puerta mágica a un lugar prehistórico. Me encantaba ojearlo de vez en cuando en casa, nadie le daba bola, pero era sumamente curioso para mi que siempre me gusto dibujar, porque estaba lleno de extrañas figuras geométricas, arquitecturas interesantes, obras de arte, lugares insólitos, mapas, todo tipo de animales, los normales y los que no había visto nunca, anatomía, toda esas cosas  que luego reproducía y que lograban retenerme en algunos momento,   perder la noción de la realidad y dejarme con la boca abierta, a mi, que era todo energía. Pues como tenia obsesión por la chica, decidí llevarlo a la escuela y lo hacia casi todo los días, no era que lo leyera mucho, ya dije era una carga, solo lo hojeaba, pero la mayor parte lo que hacia era disfrutar de todo aquel sin números de imágenes que de alguna manera me trasladaban rápidamente como a otro planeta y me acercaban mucho mas a ella, al menos, eso pensaba, ya se los dije, como estaba tratando de impresionar me sentía bien estando sentado en las nubes. Ese era remedio santo y a la vez le dejaba ver entre los tiempos libres de receso y mas que otras veces cuando unían  los dos grupos, de que yo estaba también para otra cosas, al menos eso pensaba y la verdad que logre de una manera u otra ganarme su cercanía sin ni siquiera hablar una palabra. Mucho tiempo después sin querer termine enamorándome de aquel libro gigante porque la chica me fue casi imposible conquistarla, la verdad que no hablaba mucho por entonces. Nunca he podido olvidar aquel diccionario, vive en mi recuerdo, soy capaz de ver muchas de sus hojas rotas por entre la portada, penetrar en su cálido intestino. Entre aquello de meter el ojo aquí y allá aprendi cosas que nunca mas olvide. Resulta que al doblar de la casa vivía un tío mío que a pesar de que era un borracho conocido, los del barrio lo admiraban, porque era muy inteligente y ademas vendía cuadro que pintaba con mucha imaginación. De eso es posible que nadie se acuerde, porque mi tío hace tiempo murió. Pero saben, por aquellos tiempos yo quería ser como él, no un borracho, pero me ilusionaba cada vez que entraba en su casa y quedaba atrapado. Tenia las paredes llena de cuadros de madera, no lienzos, eso era muy difícil por esos días, por lo que usaba colores que mezclaba con aceite, todo un especialista, los encuadraba de una manera que parecía que caían así a ti y no tenias mas remedio que mirarlos. Eso le daba a su obra un tono muy especial. La mayoría de los paisajes eran muy raros, nunca los había visto en mi vida. Eran como mu atractivas escenas bíblicas al menos pensaba, hasta que después mas tarde comprendí que  tenían que ver con pasajes de la cultura griega, hermosos lugares, sumamente apacibles donde sus personajes en túnicas y en sandalias tomaban el aire libre, en aquellas idílicas posturas que parecían como si meditaran, en una especie de retiro, así les recuerdo. Inmensos salones apacibles de color ámbar, ese era su color preferido, nítidamente dibujados buscando la paz entre inmensas  columnas. No conocía por aquel entonces nada sobre eso, pero los colores y las figuras siempre robaron también mi atención. Nunca pregunte, así que un día sin buscarlos di con una pagina en aquel bendito diccionario que rápidamente me despertó y pude saber de que se trataba. Fijase usted lo que trae el misterio de la curiosidad y adonde te lleva. Por lo que se convirtió por su oportuna relevancia, en unas de mis paginas favoritas de ese libro. La acrópolis de Atenas. Casi me lo aprendo de memoria.  Así que les digo.                                         
 Era muy joven la primera vez que leí esto que decía: Democracia (del griego demokratía) Es una forma de organización social que atribuye su poder al conjunto de la ciudadania. 

Hubo una vez una ciudad pagana, que castigada por los designios de los dioses, asediada por el azote de las guerras y la enorme devastación, acató   los mandatos de uno de sus generales, el gran orador Pericles, a quien  se le ocurrió la dichosa idea de crear un lugar único para así ahuyentar a esta de los maleficios divinos. Ya venia en boca de los oráculos, de los adivinos el desastre y  sus altos mandatarios convocaron una asamblea e invitaron con ellos a el pueblo para buscar juntos una respuesta a sus males. Y lo encontraron. Su nombre,... Atenas. Por aquel entonces  la ciudad mas poderosa de la época. Le llamaron así en honor a la diosa Atenea que la habían elegido como la protectora ilustre de la ciudad. Era feroz  en la batalla como amante también de la inteligencia y la razón. Esta ciudad identifico su esencia con esos valores y se defendió contra los Persas, sus mayores enemigos. Luego con la intención de rendirle culto por sus victorias reunieron a sus más dotados eruditos y le encargaron a su principal arquitecto, el intrépido Fídias, la construcción de un templo en la cúspide  sobre las ruinas de su montaña más alta. Allá en la cima, fue el lugar elegido. La majestuosa Acrópolis se yergue desde entonces como un gigante mausoleo despierto al mundo donde según la leyenda, los mortales vivían en comunión con sus dioses. 
Luego sus gentes bajaron al llano donde radica hoy en día la moderna ciudad y la enorme terraza quedo como espacio de mármol sagrado tendido en el aire. Donde se iba charlar, hacer sus rituales de honor y respirar el aire puro.
Dicen que olvidadas toda esa horrenda etapas de reyes y tiranos, el pueblo se reunía frente a una asamblea al menos cada diez días y participaba de las decisiones que se tomaban. De allí surgió la tan conocida democracia. De un consenso entre ambos. Y que cuando Pericles  tomos las riendas en el siglo V antes de Cristo…Pudo decirle a su pueblo estas palabras. "Somos la escuela de toda la Hélade".  Y lo cierto es que en esa época, la llamada de oro de la historia.  Atenas produjo una floración de filósofos, de artistas, escritores y sabios que son los pilares de la enseñanza de lo que hoy en día se conoce como los cimientos de la civilización occidental…seria bueno, no olvidar historias como esta en estos tiempos de locos, en la que parece que la mayoría estamos en las nubes. Eso lo aprendi desde que era aun muy pequeño y no les miento, ya se los dije antes. Tal vez para algunos esto no le sirva para nada, pero a mi, me ha servido de mucho, porque desde entonces siempre pensé en encontrar un sitio así entre las nubes donde sea posible el dialogo entre los humanos, esa señal de pura opulencia. Por mucho tiempo me pareció que eran solo las imágenes de aquel largo sueño de juventud, de mi Julieta, mi glorioso tío, de aquel mágico diccionario, pero hoy veo que no lo fue. Una vez que llegue a la cima pude constatarlo. De que no, que nunca había estado equivocado en el camino, ese lugar era tan real como la vida misma. ✋

Sobre el video:…mi amigo griego era el guía en esos tiempos en la ciudad, nadie mejor que él para entrometerme bien en sus intestinos y presentarme a su amigo, un músico de toca la Lira y que crea también esos legendarios instrumento de los tiempos de Homero, ah y que ademas vive en una casita al estilo griego justo debajo de la Acrópolis.🙏
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miércoles, 29 de abril de 2020

Saxofonista cubano en las calles.




                                                          🎵🎶🎷🎼🎷

Ahora se que Johnny no es una víctima, persigue para no ser perseguido. Que todo lo que esta pasando en su vida son azares del cazador y no del animal acosado. Nadie puede saber que es lo que persigue Johnny, pero es así, esta ahí en su saxofón, en Amorus, en la marihuana, en sus absurdos discursos sobre tantas cosas, en sus recaídas, en ese librito de Dylan Thomas, en todo lo pobre diablo que es Johnny, y que lo agranda y lo convierte en un absurdo viviente, en un cazador sin brazos y sin piernas, en una liebre que corre tras un tigre dormido.
                                               ( El perseguidor, de Julio Cortazar)

                                                 Cazador de la noche
Este que esta aquí a mi lado es un cubano que vive en las calle de Atenas. Músico. Me habían hablado de él y le dije a mi amigo griego llévame a visitarlo y deambulamos un rato. Escúchenle tocar el saxofón, es como una de esas serpiente cascabel en medio de su negra noche intentando imaginar un día al fin fuera de esas poderosas columnas que para él son rejas. A veces las cosas no funcionan y ya. No hay mas preguntas al respecto, para que darle la vuelta al trompo. Días de perros, como aquella famosa película de Michel Douglas, a otra cosa. No hablo mal de esos animalitos que en el fondo tienen la gran virtud que nosotros los humanos hemos ido perdiendo sin medida. Ellos, los perros, son fieles por pura naturaleza, amigos verdaderos.  Normal que yo vaya a por los personajes así. No me pregunten porque. Nací así, me gusta entrometerme en esa parte donde el agua esta hirviendo y cae de bruces sobre el suelo. O tal vez sea un loco samaritano. Hay mucha gente que tienen lo que ellos llaman un cierto equilibrio y se creen cosas, ingenuos que son. No se que tienen la verdad que si. Un poco mas de suerte y por eso se creen diferente? Pero se engañan. Tener en ocasiones valores que otros han perdido no hace la diferencia. Así es, porque para que te pase un mal momento lo único es que tienes es que estar vivo. Cuando la vida te da limones tienes que cargar un tiempo con ese sabor amargo. Es lo que toca hasta que logras escapar del dolor y del miedo a perderlo todo. Esto le pasa a cualquiera. Seas quien sea. Ahí está la historia real. Es cuestión de karma, recoges lo que siembras. Aunque esa palabra nos de igual dice en el fondo mucho.  Pero para la mayoría es como si nada mas le importara,  se vuelven ciegos. Desde su mundo de cristal miran de reojo a estos, los que por un motivo u otro han tropezado y allí en su propio infierno se lamentan intentando reponerse de esa zancadilla. Es difícil mirar a ese lado oscuro de la vida, claro, es crudo, horroroso. Por eso viven en su propia burbuja y le huyen a personas así como el diablo a la cruz porque ese no es su problema.  Sin embargo se equivocan. No podemos dejarnos confundir tan fácilmente, no. Nadie sabe lo que puede haber detrás de la vida de gente que andan con el corazón roto, a rastra, colgando de un hilo y con el alma destrozada en pedazos. Muchas veces ignoramos el poder curativo de la pregunta y  allí está el grave error que nos aparta de la situación. Que es lo que esta pasando contigo? y el de la respuesta correcta que es como un mantra. Tu no te mereces estar así, tirado en la calle. Vamos que puedes inténtalo. Una vida así de sufrimiento es un asco.  Comienza al menos por recoger esos platos rotos y tirarlos de una vez a la basura. Claro que puedes. Si pude yo. Que no te quede la culpa el día de mañana por no haber hecho nada por salir de esto. Esas palabras vengan de donde vengan ayudan, tienen un gran poder aunque no lo crean, mucho más que la mirada de desprecio. Espero que le vaya bien a este chico cubano que se ve que no toca mal el saxo y además es una persona super interesante, tiene cosas que decir. Muchas más que esa otra gente que se creen seres superiores y no aportan nada a la vida. Que presumidos son, para que les sirve?. El caos no tiene nombre, ni color, es solo eso, caos. Sucede cuando las cosas no están en el lugar que debieran de estar y se pierde el norte. Escúchenle en esa parte donde la música vibra en el saxo, vuela, queriendo escapar como él a ese otro mundo de espíritus, pensando que allí se esta mucho mejor que en este, donde no tienes nada que hacer ante ese irremediable desamparo.   Escuchen sus frases en el instrumento, sobre todo al final.  Lo que los grandes músicos llamaban Bebop. Puro jam.  Ya han pasado unos años y no estoy seguro de que haya podido saltar esa valla en esa dura carrera de obstáculos. Salir del bache de la calle es casi imposible por estos lugares, pero se logra. Claro que si. Somos unos gigantes aunque por momento se nos doblan los pies, por supuesto que nos merecemos todos un mejor lugar en este planeta. Una situación así deja huecos profundos, huellas imborrables. Pero no vengo hablarles de eso, no hay que ponerse triste. No es tiempo de quebrantos, sino de música. En días como estos me llegan a la mente personajes así. No esos que se escuchan todos los días en la radio o en la tele, que al final viven del cuento. Sino a los sin nombres como dice una amiga, para que ellos tengan un lugar  en este nuevo mundo que se avecina. Porque con ellos también tenemos que contar y  poder compartir en un futuro mejores tiempos. Esto, a lo que aspiramos muchos, no es una odisea, es nuestra única razón por la que estamos aquí, nuestra meta. La de engrandecer la raza humana.   Así es, de esta forma cuento mis historia, esperando como este atormentado saxofonista que un día las cosas cambien.
Que por que hago estas cosas? Por el solo hecho de que en las malas situaciones solo vemos a el lobo feroz que nos persigue y nos quieres comer sin piedad, sobre todo en  momentos inexplicables como estos y eso nos asusta. Imaginase un mundo donde  aprendiéramos a sacar siempre los grandes mensajes de los malos ratos y nos ayudemos nosotros mismos a crecer y colaborar…esa es la vitamina, no otra, el combustible que nos ayudará a reponer esta máquina milenaria. La civilización  

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lunes, 27 de abril de 2020

"Alma de colores"


                                                                               𓀤
."El color Es el tacto del ojo. La musica de Los Sordos. Una Palabra en la Oscuridad".... -Orhan Pamuk- (del libro: Me Llamo Rojo) 
No quiero que pierdas tu bendito tiempo hablando mal de la gente ni metida como uno de esos buitres alimentándose de todo lo podrido que la gente dice ok. Eso no es sano, ademas, espanta la amistad.  Quiero que crezcas sana, con la cabeza bien amueblada, libre como el viento. Le dijo a su hija. Ella tenia solo 5 años. Vivían por entonces en la calle de Paseo en el Vedado allá en la Habana la ciudad dormida. Por supesto que ella no sabia ni una palabra de lo que hablaba, era aun muy pequeña y a esa edad ella no estaba para tomarse nada tan en serio, por lo que no le puso oido, al menos eso pensó.  Estaba sentado en el pequeño estudio de grabaciones que tenia por aquel entonces en un apartado cuartito de desahogo muy cerca de la cocina, su única guarida. El lugar era muy agradable, sumamente acogedor, forrado con afiches que adornaban a las paredes sobre música  figuras con rostros africanos y donde acumulaba ademas todo los equipos eléctricos necesario para darle forma a todas sus ideas. Lo había creído demasiado importante en el momento que regreso a vivir a la ciudad después haber pasado una larga temporada en Madrid, más de cinco años y aquel cuartito que él había imaginado como una especie de milagro u oasis, era por entonces mas que un sueño hecho realidad y los disfrutaba todo lo que podía. Se había casado en la majestuosa ciudad sin mar y fue allí donde nació su hija. 
El trabajo de la mañana había sido  sumamente intenso ese día y agotador porque aunque las cosas no iban saliendo bien, se había adelantado mucho. Lo habían intentado varias veces para ajustarlo todo y tenerlo todo seguro hasta que al final a duras penas en medio de los errores la vida siguió su ritmo. Esas cosas pasan cuando estas de veras involucrado en el proceso creativo, pero estaba satisfecho con el resultados de las grabaciones. En fin que las cosas marchaban bien y pasaba la tarde tranquilo en familia. Tomaba un aire frente al ventilador al mismo tiempo que disfrutaba de su hija que jugaba con las teclas del piano de unos de los  sintetizadores golpeándola torpemente no para sacar una música, lo hacia por el mero hecho de provocar un ruido. Como si fuera uno de esos juguetes en el rincón de su cuarto, porque ese, el estudio para ella lo era entre tantas luces, figuras, colores, se sentía tentada por el raro y agradable lugar donde buscaba siempre un motivo para estar y hacerse notar.  Quieres aprender a tocarlo? Le preguntó, apuntando al piano con un gesto de su mentón. Pero ella como si con ella no fuera se echó a reír y salió como un bólido corriendo para la cocinaHabía creido que su padre jugaba y desde allá le gritó un;- Nooooo.!  Que se oyó tan claro, directo y seguro entre las paredes que les separaban. Este también se echo a reír y era de esperar, acababa de confirmárselo. Ella no estaba para cosas serias. Desde el otro lado le escuchó su frase letra por letra otra vez y el como le decía entre risas a la madre, que su papá estaba loco como una cabra.  El no dijo absolutamente nada se quedo callado, porque la situación se tornó  muy graciosa. Se levanto del enorme sofá, cerro la puerta y continuo con sus trabajo de edición metido en su música. Así paso casi todo el resto de la tarde. Al otro día muy temprano después de desayunar  juntos fue a por su bicicleta y le llevó a la escuela. Siempre hablaban mucho en el camino. La niña se entretenía haciendo la mayoría de la veces preguntas llenas de ingenio, vivía  metida las mayorías del tiempo en esos cuentos que su madre le leía y eso era bonito porque para ella a su edad, la vida real para ese momento no eran mas que todas aquellas fantasías de lugares y personajes que por su manera de ser sobrenatural no dejaban de atraparla. Y él para salir como podía de los apuros en que la niña lo metía, le inventaba casi siempre todas las historias. Bajar por la séptima avenida rumbo a la playa era una de la vías que mas disfrutaban juntos, nada igual, porque como era la zona donde se encontraban la mayoría de las embajadas y donde trabajaba el servicio diplomático, por lo general no había mucho trafico y estaba poblada de una punta a otra de poderosos arboles que la mantenían fresca y saludable. Además  de ese olor a mar que llegaba desde la distancia por la costa norte.  Pero esa tarde que fue a recogerla él no había hablado mucho. Ella le recibió con un dibujo que le había hecho. La montó en la bicicleta, en su pequeño asiento para niños y tomo el camino de regreso. Seguía en silencio mientras le escuchaba cantar aquellos dulce y entrecortados cánticos infantiles metida completamente en su mundo, se sentía feliz cuando estaba libre. Como si el aire de la calle le devolviera el alma al cuerpo. Tenia en la cabeza un pequeño plan y en esos momentos como era un hombre con una misión estaba tratando de que todo le saliera estupendo. Por eso era mejor mantener su silencio ante que todo. Cruzo la calle 10 y atravesó el puente de hierro. Corto a la izquierda, paso la gasolinera buscando Linea y llego a casa de su profesora de lenguas que impartía tres días a la semana en las tardes clases de piano y de eso sobrevivía, era un dinero más que le entraba, pero ella en realidad le apasionaba. Los padres le llevaban los niños después de la escuela y su casa la había convertido como en una extensión. Después de unas charlas con la maestra todo quedo acordado. Era con la única persona que mas se sentía segura en la escuela, muy cercana, por lo que no fue difícil resistirse a esa buena química y desde que la vió entrar ambos ojos se iluminaron.  Tanto fue así que decidió quedarse sin chistar y jugar con las teclas de los pianos como lo demas niños. De la forma en que ella lo hacia, hablo de la profesora, era de la manera mas entretenida posible y aquel método con el que atrapaba a los muchachos de esa edad era muy practico, porque rápidamente llamo la atención de la niña. Encima de cada tecla aparecían pequeñas figuritas de personajes de cuentos que según el tipo de sonido reproducía las notas musicales exacta lo cual era muy fácil de aprender por sus alumnos que rápidamente se enrollaban en el aprendizaje. Allí entre lecciones del do re mi fa sol, pasaron la tarde juntos. Ella no sabia que todo eso era un plan, parte de la estrategia, sin embargo las cosas le salieron tan bien que cada pieza iba encajando poco a poco en el rompecabezas porque la niña fue  cayendo en el embrujo de las clases de música y a la vez de disfrutar gratos momentos con los demás niños que ademas eran de su misma escuela fuera de las reglas y restricciones de la enseñanza pedagógica. 

Así fueron pasando unos días, en lo que él comenzó a llamar el  juego de las emociones y venia con ese contagio que vive en la música, porque a la vez que la iba animando a ella para que continuara, se animaba también él, nada igual.  Unas semanas después con la intención de que las cosas fueran a mas en serio, entre su esposa y él acordaron comprarle un piano clásico de madera. Así fue de rimbombante, pero cierto. Estaba tan barato por esos días., era una ganga. Alguien que se marchaba del pais lo dejaba por un precio aceptable y como le cayó del cielo fue a por el piano como un cazador a su presa, tenia la divina iluminación en su cabeza de que esa era la oportunidad que estaba buscando y no le iba a perder de vista. Había pensado y siempre tuvo en su cabeza desde que nació la niña, que tener algo así en su casa podría ser muy útil. Ese instrumento fenomenal en un lugar de la sala le daba al lugar cierto tono místico. Esa había sido su propia mirada la que lo delataba desde que era un niño y no le importaba, nunca pudo resistirse a esa sensación. Un viejo piano en un rincón de una sala era el gesto de majestuosidad mas grande y generoso del mundo y con eso vivía, creyéndolo hasta la medula. Este es el único individuo que no engaña nunca a los sentidos, se decia, los afina. Muy pocos saben en realidad lo que es trasladar un piano clásico de un extremo a otro de la ciudad, esta idea ronda con lo imposible. Un instrumento antiguo tan delicado de barriga enorme y tan preciso en su naturaleza armónica, tan exacto en su interior, que solo el proceso de moverlo se hace tan complicado que debes de asegurarte bien de antes, como un reloj roto, necesitas llamar un experto. Ademas de todo eso, pesan una tonelada por lo que si lo haces algún día piénsatelo bien, no es cuestión de fuerza lo que hace que se traslade, sino, de técnica en el asunto, porque algo asi tiene la fuerza por dentro. Es majestuosamente un piano clásico. Imagínense subir algo así por un segundo piso en la Habana, la ciudad mas difícil del mundo para esas cosas, porque no todo el mundo esta preparado para algo así. Y luego bajarlo a duras pena por la azotea de un tercero. Dios…! Fue toda una odisea. La operación no duro mucho, pero fue agotadora. Aquel instrumento inundó la sala con su presencia y atraía a todo el que pasaba por el corredor al interior por su gran belleza. Pues allí, sembrado como una firme estatua griega, atónito por la novedad del lugar y dispuesto a dejarse acariciar por una nuevas manos en su legendaria historia. Se lo dejó con una enorme satisfacción y dicha, mientras la niña le miraba fijo a la cara que le brillaba mojada por el agua y el pegajoso sudor que le chorreaba a la gota gorda por todo el cuerpo. Nada de lo anterior pudo borrar su rostro de realización. Ni los obstáculos en el camino a casa. Se lo habia tomado todo tan personal que sentía que al final ese instrumento terminaría siendo una extensión de sus deseos y no los de la niña. Pero eso lo tuvo sin cuidado, no se dejo llevar por los malos augurios. Se acerco a su hija, la tomó del brazo que se acurrucaba más a la madre y que le hacia el caso del perro. Los niños a esa edad solo escuchan lo que les da la gana, ellos son los reyes del mambo, pero aun así él no se cortó en sus palabras. Le dijo "Yo no se si al final tu viviras de la música, eso lo tendras que decidirlo más adelante, pero esto te va ayudar mucho el día de mañana. Estoy seguro. No hablo de dinero." Esta vez se dirigió a la madre…"Hablo de otros problemas mas importantes y para cuando esos lleguen. Ya tendrá un lugar donde arrimarse, así que las cosas en su sitio. Fue la primera vez que su esposa comenzó a entenderle. Porque era la primera vez que este se lo dejaba ver claro. Hablaba del equilibrio en la balanza. Así fue como lo descubrió. Y se sintió mucho mas tranquila. En un lado podía ver y apreciar el enorme gesto, porque de salir a la luz esa gran posibilidad de aprender, era muy buena para llenar de color el mundo interior de su hija. De algunas forma este le entregaba las herramientas indispensable para los tiempos duros, esos que están en la orden del día y que suelen llegar cuando comienzas a tomarte las cosas bien en serio. Aunque era su madre no estaba ajena a los descalabros, ni a esos inexplicables problemas que aparecen mas tarde en la vida cuando tienes el corazón roto.  Y por el otro lado, que hiciera lo que le diera la real gana, esa era su vida y ella quería que su hija creciera libre. 
Un tiempo después las cosas no le fueron también y tuvo que abandonar la Habana, esta vez definitivamente y por mucho que lo intentó, la niña perdió el interés por el piano. De esos no se hablo mas en años parecía que con solo tocar esa tecla se despertaran los demonios que quedan rondando cuando no sabes que hacer con los recuerdos y las cosas desarregladas. Todo cayo en el olvido y él se puso triste. Fue un tema del que nunca mas quiso tocar. Pasaron años, los suficiente como para apartarlo de la memoria. Esa relación entre la vida y la música había llegado a su fin. Al menos eso pensaba él, hasta que un día. Sin venir el caso, le cuenta la madre que desde hacia un tiempo llegaba de la escuela su hija, que ya era una jovencita y pasaba ratos tocando la guitarra vieja que ella tenia colgada en la pared del corredor, que hasta le faltaba una cuerda. En esos momento llegaron de repente algunas imágenes del pasado que había dejado tirada en algún lugar del camino. Como ya no estaban tan cerca, nada se podía hacer con ellas, p
ero aprovechando la oportunidad, retomó el tema. Esta vez buscando una pista por donde habían quedado las cosas quiso reparar la situación y le compraron una  buena guitarra en Madrid. Tal vez las cosas no tengan ya el mismo sabor de antes pero sin querer había tocado algo de su fibra interior. Tanto que comenzó a incorporarla a una parte de su vida. 
El prepararse para vivir es uno los principales logros de las que debe de estar consciente el ser humano. Motivar el mundo de los niños para ir moderando su ambiente debe de ser una prioridad, sin mucha presión se necesita paciencia. Cada cual es diferente y regar esa semilla para que tenga buenos frutos en un futuro es cuestión de fe. Todos hemos sido niños alguna vez y en nosotros aun queda esa huella imborrable de ingenuidad, de claridad que no nos abandonan aun en tiempos dificiles. Muchos pierden el norte a lo largo del camino, la vida es impredecible y no estamos hechos para soportar las perdidas. Pero si lo intentamos bien, seguramente las cosas tomarían otro curso en el futuro. Deberíamos asegurarnos de que eso suceda. Encontrar un espacio seguro donde se pueda lidiar con los golpes es sumamente complicado. Nadie se repone fácilmente a esos cambios tan drásticos, ya que no hay nada que los detenga en su misión de arruinarte la existencia, porque estos penetran en el alma y nos abandonan al menos que encontremos como. 
Los vuelcos que da la vida. Ahora ha pasado mucho tiempo. Vive en un pequeño y caluroso estudio de nueva york y su vida dista mucho de la del pasado, pero aun asi no a perdido aun las fuerzas ni las ganas de siempre. Aunque están cada cual por su lado, sobreviven a la distancia de la manera mas natural posible, porque puede sentirla muy cerca. Hablan siempre y todo lo que pueden. Pero eso no ha impedido que nada cambie entre ellos. Porque una cosa no se puede negar y es que en lo mas profundos ambos se parecen mucho. Están tan conectados que es imposible notar esos cables invisibles que los unen al pasado, permanecen en su cimiento. Y vienen atraído por una corriente interna que llega en esa alteración de los sentidos, es todo mucho mas real que antes, como aquellos cuentos que le contaba cuando era tan solo una niña, porque para ambos inclusive no tenia que ver nada con la fantasía. Hay muchas cosas que nos ayudan a vivir y están cerca de nuestras manos como los libros, la música, el arte en general que despierta al alma,  que nos quitan el sueño. Esas cosas que tu no puedes tocar tan fácilmente mente pero que existen y son en realidad lo que somos. Ese es el significado de esa palabra clave de la que estamos hecho, somos la humanidad, no otra cosa. Y todo lo que la forma debe de ser imprescindibles, no puede pasar por obvio, para que luego a la hora de tomar las jodidas decisiones te encuentres mejor preparado. El remedio mas fácil y seguro para soportar el caos en medio de la tormenta. Hay una sabiduría que nace de la experiencia y esa quedara siempre en nuestros corazones, es la única razón por la que estamos aquí y penosamente se nos olvida, esa es la mejor de las herencias. Solo se llega en ese puente imaginario que une a la relación entre hijos y padres, ha sido así y lo será desde siempre aunque solo le dejemos el peso a las escuelas. Hay muchas cosas que curan los malos tiempos o los dolores de estomago en el futuro y debemos de dejarlas claras y sobre la mesa. Esa es la única medicina, no otra. Y la conocemos, no hay que ir a ningún lugar a buscarla. Aprender cosas nuevas es una aventura. Cuidar a los amigos, es la única manera de tratarles con respeto. Tocar un instrumento musical es cosa de dios, es el lenguaje de los sonidos, dibujar es otra galaxia. Todo eso despierta la curiosidad y cuando esa llega, no escapas porque todo fluye, hace que te sientas cómodo donde quiera estas. Esta llena todos tus espacios y finalmente te enamoras de las cosas que dan a tu vida un nuevo Color. Se de lo que hablo. Odio estar aburrido dentro de un hotel de lujo tirando fotos. De esa otra manera, nunca se esta solo en este mundo.
 "Estambul" Asi se llama el Libro. Le dijo ella antes de su viaje a Turquía. Aunque viajaba con su madre llegarían a Estambul en unos días y como era de costumbre su hija había  comenzado a leer un libro sobre la ciudad y estaba metida en su mundo el cual recíprocamente abarcaba el de él que estaba involucrado completamente en el tema. Tenia la sensación de que también viajaba a la ciudad del Bosforo. Entonces le dijo..Papa el author de la novela es...y no le puso mucha atención, podía ser cualquiera. Pensó ingenuamente para salir del tema, podia ser un libro de viajes mas. Que Estambul dividía a Europa de Asia por el estrecho del Bosforo y otras cosas más, la vieja historia. De la influencia de los imperios, de las ruinas de sus calles romanas, Los obeliscos Egipcios, lo pensó todo. Había visitado antes ese país. Pero dias después buscando por curiosidad encontró una frase de un autor que le llamo la atención. Y rápidamente  tomo el teléfono por la curiosidad  y le pregunto, quien era el autor del libro.  "Orhan Pamuk", le respondió ella y quedo perplejo, bastante sorprendido. Aquel nombre llego como un misterio. Era el mismo que estaba leyendo. Era el mismo de la frase que se le quedo muy dentro. “Estambul", es un gran libro, una novela escrita sobre la gente de la ciudad, muy desgarradora pero sobre todo, muy especial. otra mirada al mundo de los vivos. Lo que todo aquello le parecio un autentico milagro.𓀵

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martes, 21 de abril de 2020

"Arriba de la bola"

Esto no es una bola de cristal, no, es de mármol blanco. Y vengo hoy porque quiero hablarles de brujería, pero no teman, no tienen porque. Yo no soy un mago, no soy un hechicero, tampoco un experto en ciencia ocultas, pero puedo decir cosas al respecto, como todos ustedes, que es posible  tengan también un concepto bastante claro de a lo que me refiero. Por eso he decidido invocar a los espíritus de la buena estrella y así atraer mas a nosotros esas cosas que en realidad valen la pena. Recuerden, no quiero caer en dogmas…Brujería, desde el punto de vista universal. No hablo de Yoruba, ni de Carabali. No es de la religon Católica,  ni la Musulmana, ni de los budistas. Hablo de todas en general. Esta esfera que traigo acá, tiene poder, vamos a dar un viajecito en el tiempo.  A ver sinos entendemos. A aquellos que no creen, piensen en esos, en los que creen.Y la verdad que os digo algo, he estado todo este tiempo de encierro con la cabeza en otra cosa, haciendo lo que para mi es importante, llenando estos espacios vacíos con lo mejor, porque una cosa es una cosa, cuando todo esto pase y se aleje el mal temporal, porque pasará  algún día, quiero mirar atrás, sentirme satisfecho y decirme desde lo mas profundo, ese para mi no fue tiempo perdido. Ha sido uno de los momentos mas interesante de mi vida y no es que lo diga yo, es asi, espero que para ustedes también. Nadie me podrá  negar que yo he estado arriba de la bola. Porque que hay que estar como dice la canción... "Arriba de la bola"


 Hay un tiempo para todo bajo el sol.

Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. un tiempo para plantar y el otro para para recoger la cosecha. Uno para destruir y otro para construir. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Uno para odiar y otro para ser amado. Un tiempo para desistir y otro para intentarlo, sin dudas. "Hay tiempo para todo bajo el sol"..............……………………Ecleciates 3 …………………………𓁉𓁺





   Ven esta bola que tengo acá conmigo, tiene los años que tu no imaginas. 2260, así es. Son unos cuantos eh, muchos. Esta intrigante esfera mágica apareció en los pies de la acrópolis de Atenas, en las ruinas del famoso templo el Partenón y simboliza a Helio, el Dios del sol. Hoy se encuentra en su museo allá en Grecia. Y sus signos tallados a los lados del paisaje en su relieve añaden a ella un poco mas de su enorme misterios., 
Hoy vengo hablarles de Brujería con mayúscula, de ese poder que yace detrás,  oculto en la pura naturaleza de las cosas. Invisible a la mirada común. Esa palabra oscura para mucho de nosotros, pero no lo es aunque venga envuelta en esa nube negra de vientos huracanado con poderes sobrenaturales. Trágica en ocaciones por su naturaleza escurridiza, potente arma letal que no se anda con cuentos chinos porque ella es de este mundo, el de los vivos aunque en lo más profundo venga del de los muertos. Por lo que no es cosa mala. Solo sabe Dios que tipo de cosas es. Para mi tiene que ver con algo más allá de la razón o del dos más dos son cuatro, porque con solo escuchar su sonido ningún organo del cuerpo humano se siente ajeno a su efecto hipnótico. Te embriaga en un suspiro con solo su aliento fétido. Se apodera de él  como la fiebre. Rompe lo malo y abre sus benditas puertas a lo bueno, también lo es al revés, porque puede convertirlo todo en un infierno en un abrir y cerrar de ojos. Es implacable cuando anda de ronda, la brujería es un arma letal, no se confíen, solo cuidense de ella. Respetenla como si eso contigo no fuera. Pero no le teman en lo absoluto. Ni siquiera te enfrentes a ella, déjala pasar tranquila, que se arrastre en esa su naturaleza de zombis volátil y espiritual donde radica su mayor peligro, en su engañoso disfraz. Es un lobo vestido de oveja y se mueve silenciosa como una serpiente, eso no es de extrañar usando esa máscara para pasar desapercibida y que no se quita ni para descansar. Así es muy difícil reconocerla en eso, sus pasos bien seguros. Ellos, los llamados brujos de aquella época de Ñaña Seree la llenaron de sacrilegio y le cambiaron su nombre de bautizo. La acomodaron a su antojo porque comprendieron que en su manera de existir venía el hechizo. Y estaban en lo cierto. Sabían que una relación única tenía que haber de alguna forma entre el bien y el mal. Para ellos, brujos y hechiceros no había tal frontera, sino una especie de lugar vacío donde se derrumban todos los sueños y al que es fácil de llegar en el preciso momento en que la mente sufre de temblores  por el escalofrío. Les hablo así pa que me entiendan, ellos mas bien se referían a el miedo en carne propia.

Cuidate de la brujería, que esta entra por la mirada y ataca esas partes del cuerpo que se encuentran vacías, frágiles, huecas.  Cuando sientas que el mundo se cae en pedazo, mueve los caracoles, tirate en plancha y déjala pasar, que se vaya con la brisa, pidele lo mejor para que el bien no se demore, llegue con prisa...y que la salud, esa que anda siempre a sus anchas tratando de ganarle el terreno al tiempo, escuche sus plegarias en su negra noche de extraños misterios. En fin que pa no hacerle el cuento tan largo, esta vive en la punta de una profunda mirada, en un pensamiento, es así de sencilla. Allí se esconde, tiene su casa en lo alto como en un árbol entre las ramas. De esa forma vive, colgada patas arriba esperando por un descuido para volar y chuparte la bilis. No le dejes robar tu atención. No le des el gusto de que te afecte con su jodido efecto de su mal de ojos.




Algunas veces suceden cosas fuera de nuestro control que nos pone cabeza abajo en ese drama y ese rollo de que todo es negativo,...date cuenta que; 

Hablo ahora con fuerza, ya tu sabes, esto no es historia, es así desde el tiempo de esa esfera que simboliza al inmenso camino hacia la iluminación  y que hasta los griegos de aquella época, hace mas de 2000 años, dieron una enorme importancia, la veneraban rindiéndole culto sagrados para mantenerla siempre a distancia y que no perturbara sus propias vidas.
   Gente positiva no tiene lo mejor de las cosas. Que te hace pensar que si? Ellos solo ven el mejor de los lados. Se iluminan cuando intentan buscar una salida porque solo hacen lo mejor con cualquier situación. Se trata simplemente de no quedarte atascado en el lado en que la vida no funciona esperando solo por un milagro. Si no te va bien, es solo una señal de que tienes que cambiar la estrategia. Debes de entrenar tu mente, buscar siempre la manera de que vea el mejor lado de las cosas y para eso deberías hacer un esfuerzo. Porque tu felicidad depende de la cualidad de tus pensamientos. La vida no es perfecta y tienes que aceptar que en ella hay una especie de reguero algunas veces a los que ellos llamaban la tragedia. Vida al fin. En ocaciones te aprieta, te pone en jaque y te obliga a sujetarte bien los cinturones, porque en cualquier descuido pueden dejarte con una mano delante y otra de detrás...Hay momentos que lo único que dices, que diablos es lo que esta pasando, nada me sale bien. Así es. Como entrenar tu mente? Pues sencillo. Buscarle el lado bueno de las cosas, aún en la situación más desesperante, porque necesitas una claridad. Eso también es de humano, tan necesario para vivir que deberías ponerle mas atención. Y cuando eso ocurre. La negatividad no tiene ya ningún poder sobre ti. Las cosas negativas  solo te afectan cuando estás en  la misma frecuencia de lo negativo. Cuando le pones atención estas poniéndote en su misma vibración. Por eso te digo, que cambies de onda. Así de simple...que el sol ilumine tu vida depende de ti, no de nadie. Cuando le pones atención a algo le estás dando tu energía, por eso es mejor saltar la ola que te atrapa dejándola pasar sin intentar enfrentarte a ella, de esa forma te acercas mas a la otra orilla, la más positiva. No es tan complicado. Es mejor estar atento, porque es cuestión de equilibrio y solo lo logras enfocándote en aquella cosas que nos hacen sentir mejor, que nos producen un gran bienestar."Entrena tu mente para ver lo que en realidad es lo importante, un pequeño gesto de bondad en una situación realmente mala." Allí es donde esta el misterio. Mientras más agradecido seas y eso no lo digo yo, vas eliminando todas esas cosas que se te resisten en el camino y a la vez alejas los conflictos y los malos entendidos. De los malos momentos hay que salir...pero con la mejor cara. Lo único que podemos hacer con ellos es no dejar que se nos suban a la cabeza, tu sabes, eso es mucho para un cartucho. La cabeza tiene  vía libre, por no decir luz verde, va directo al corazón. Que se encuentren otro lugar para tirar su basura, no en tu cabeza, que es santa.  Ya lo sabes, la gente positiva tienen siempre su sitio en un lugar seguro y tratan de amueblarlo bien con humor, con generosidad, porque saben que la calma viene después de la tormenta y mientras todo pase, un café a la mesa. Si al final allí sobre su cabeza vive...en el cruce de caminos, arriba de la bola, ese poderoso sol que nos alumbra. La luz de la vida.

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sábado, 18 de abril de 2020

El Despertar


                             No teméis, porque llegará un día cuando la tierra caerá enferma por la codicia del hombre blanco que hará que los peces mueran en las corriente de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan, que  los árboles no puedan tenerse en pies y la humanidad como la conocemos dejará de existir. Cuando no quede ninguna esperanza de vida, algunas personas despertarán de su letargo. Gentes de todas las naciones, de diferentes lenguas sin importar el color, ni la raza, vendrán juntos codos con codos y ellos mismos se encargaran de restaurar el planeta, llevarlo de regreso al equilibrio, ellos serán llamados así: " Los guerreros del arco iris."

         (Ojos de fuegos, la anciana de la tribus)             (palabras pronunciadas en el siglo XIX)
                                                                    

           ....................................."El Despertar".........................


            Ya quedaba muy poco para que cayera la noche, pensó que aquello era tan solo una pesadilla y no le hizo mucho caso a sus pensamientos, para que, si eran turbios, en ocasiones hasta turbulentos. Aquel viejo libro sobre guerreros de las tribus había desparecido de su mochila, posiblemente lo dejó cerca de la boca del pozo donde estuvo bebiendo agua, fue allí donde único se detuvo, era una pena perderlo. No entendía como podía estar en muchos lugares al mismo tiempo. Esas cosas no pasan de esa manera en el mundo real, así se dijo y siguió caminando. Tenía la sensación de que estaba soñando, pero no, no lo estaba. Ante su mirada, todo le pareció tan real como la vida misma, las casas que ya no estaban, tampoco el flaco y sediento doberman negro, el perro que bebía agua en aquel sucio estanco y que le  siguió detrás unas cuadras hasta desaparecer por una de las esquinas como si fuera un espíritu. Habían quedado ya a lo lejos, también la bondadosa señora que se le cruzó por delante a la salida del pueblo. Fue precisamente ella la que apuntando a un lugar invisible en el espacio le enseñó la dirección del camino y aquella estrecha carretera que parecía que no acababa nunca. Era todo demasiado cierto y lo único que le interesaba ahora era encontrar al menos una salida. Así que no detuvo sus pasos deliberadamente, lo hizo con una sola intención, de reaccionar antes ellos, sus propios pensamientos, porque esa salida que buscaba no la había. Estaba en medio del desierto, nada puede ser peor cuando está cayendo la noche y estás completamente solo. Cualquier cosa podía ocurrirle desde ese punto del camino en adelante. Si, estaba muy asustado, no sabía cómo había llegado a ese lugar, ni cómo se las iba arreglar para sobrevivir, sin embargo  tenía la propia certeza de que a él nada malo le podía pasar. "El desierto en la noche está a merced de dios y cuando es de día estás a merced del diablo". Aminoro la marcha un poco para lidiar con la fina arena que lo detuvo, había perdido la visibilidad y solo la encontró mirando arriba a las estrellas. Nada por ningún lugar de los alrededores, sin la claridad esa lejanía ya no existía y la propia oscuridad se había tragado la inmensa línea del horizonte por lo que todo lo demás desapareció de un planazo. Estaba tan desesperado. Aquello se parecía a el mismísimo infierno. Nada puede ser peor que estar solo en el desierto. Pero esta vez si estuvo en lo cierto. Tenía que ser un sueño. "No hay un lugar más terrible en el mundo cuando cae la noche que el desierto", pensó. Era mucho mejor el resplandor del día con ese sol repugnante achicharrando la cabeza o  esos molestos vientos de arena impidiéndole avanzar, que esa maldita oscuridad que ahora le consumía. Se detuvo, miró otra vez a las estrellas y se dio cuenta de que ya nada podía hacer. Tampoco sabía una pizca de orientación. Quiso continuar, era su deseo, pero en medio de la oscuridad en que se encontraba y que le llegaba desde todas las partes, no iba a llegar lejos, le era imposible. Así que decidió por lo primero, dejarse llevar por las estrellas y el viento que parecía que le susurraban una rara canción. Se elevó su sonido profundo en el momento que le empujaba con la brisa tratando de impedir sus pasos. Una fuerte ventolera fue quien le detuvo finalmente, parecía hecho a posta, lo empujó hacia atrás revolcándole de un tirón en la arena movediza cuando escuchó aquel ruido estridente. Ese extraño golpe que le despertó. "Estaba soñando”. Dijo cuando se percató que era cierto.  El viento había tirado de las cortina y una de la persianas se abrió y al cerrar , dejó caer fuertemente sus cristales como una afilada guillotina sobre el marco de la ventana del cuarto, fue entonces que se sintió más tranquilo. Aquel ruido le había sacado del terrible sueño, ese inesperado golpe seco, como el de un disparo. Aun tenia esa cara de zombi y los ojos como si llegara de otro planeta. Pero sonrío. No es para menos. Era mejor darle las gracias a Dios por haberlo sacado de esa pesadilla. Escapar de la única forma que pudo, de la poderosa mano del señor. Miró encima, el blanco techo sobre su cuerpo era la señal, este era el mejor lugar para estar, no el anterior.  Se levantó de la cama, no había dormido bien y tenía la cabeza cansada. La arregló como pudo, apilo las almohadas, apago la laptop y llevo la guitarra para un rincón. Dejó el libro como estaba, panza arriba aunque ya había pasado la página que estaba leyendo.  Eran casi las siete de la noche y por la ventana, el cielo estaba aún muy claro, azul prusia, aunque en una hora ya sería de noche, parecía ese el mejor momento del día. Pensó bajar a la cocina y calentar un poco el café. Pero ese cielo azul era un milagro a esa hora. Además el sol estaba estupendo, un enorme disco color naranja de telón de fondo que escapaba por detrás de las chimeneas de ladrillos a un ritmo muy lento, flotaba en el más inmaculado escenario. Una tarde como esa no la podía desperdiciar, esta tenía algo sumamente especial, un encanto. Le hacía sentir quién era él  en realidad en medio de esa nada que llegaba de repente con su aliento salvaje, acercándolo a aquellos días en que tan solo era un niño y el tiempo a su alrededor rondaba como una moneda lanzada al aire, rumbo hacia el infinito. Eso pasa cuando ya no tienes en que pensar y te niegas a buscarle la vuelta a las cosas pasadas. No recordaba  tardes así antes, suaves y calladas en una ciudad tan desagradecida como Londres con esa certeza de que nunca duerme, ni siquiera un rato.  Por eso decidió quedarse y mirar por la ventana. Deleitarse con la mirada, como quien mira a la luna. Los apartamentos del frente atrajeron su atención, esta vez estaban vacíos por fuera y llenos de vida por dentro, era una ironía ese tono diferente que le daba la tranquilidad, esa que surge cuando cada quien esta metido de a lleno en sus propios asuntos. Nadie en la calle y por mucho que pareciera increíble era del todo cierto. Solo los coches aparcados y abandonados ocupaban los espacios en la estrecha avenida.



 Había tanta paz que se escuchaba nítido el sonido del viento, llegaba desde un lado del parque y desde allí se podía ver mejor la calle, por los árboles y la vieja iglesia católica que abarcaba todo el paisaje mirando fijo al cielo, atenta, como queriéndolo penetrar. Hacía ya un tiempo que no veía entrar ni salir gentes y aquello era también una novedad para él. La enorme puerta de madera en la entrada que siempre estaba abierta, esta vez permanecía cerrada, invisible. Los devotos del señor se habían marchado buscando la seguridad que no tenían dentro. Cuando comenzó la pandemia se habían apartado de sus lugares santos. También en la mezquita al doblar de la esquina no se veía un alma, el Imán había dado la orden de quedarse en casa posiblemente hasta los día del ramadán, por lo que todos iban como corderos en busca de amparo. Era de esperar. En casa estarían mejor, en familia, reunidos, compartiendo el pan nuestro, que era lo esencial. "Dios no les quiere allí por esos días. Iglesias y sinagogas ocupan esta vez un segundo plano. Y la pandemia no tiene religión, ni color, ni raza, es simplemente implacable, llegó para hacer historia y no cree en cuentos ni en fantasmas." Se le escapó una sonrisa irónica  "Todo se ha detenido y no hay gente ni en la iglesia, es mucho decir. Esto ya va siendo un milagro"…Pensó en voz alta. Mientras que al mismo tiempo le vino otra vez el sueño a la cabeza y comenzó a darle la vuelta. Había sido muy extraño, lo mejor era no pensar, ni darle mucha bola, porque los sueños son siempre así, cosas que uno no puede controlar en el subconsciente y salen, son libres de una naturaleza incondicional, ellos no tienen freno. Sin embargo este se pasaba de lo normal, él nunca había estado en el desierto y el sabor que le dejó  al despertar era amargo. Ese es el problema que uno tiene con los sueños oscuros y cómo por esos días de tanta noticias sobre el famoso virus tampoco había puesto la tele, ya que no era lo más recomendable, no pensó que vinieran por allí los tiros. Imágenes sobre la enfermedad eran bombardeadas sin escrúpulo alguno a cada minuto y las palabras de los medios de comunicación no hacían más que saturar la pantalla con historias espeluznante sobre la realidad y en ese estado vegetativo de enajenación total, había decidido actuar como todos y tomar precauciones. "Abusan en situaciones como estas, así que más vale el encierro, dejar de tomarse las cosas en serio y atenderse un poco, es lo que nos queda."

No se ve ni un alma por la calle, pero creo que nos vendrá bien”. dijo. El silencio es lo mejor en estos casos de inactividad, de pereza, este despierta las zonas escondidas y el alma se vuelve tan transparente que puedes hasta tener una visión en la oscuridad, es allí de donde toman la luz los ciegos, así es de cierto. Este nos obliga a escuchar esa nota perdida, la que encaja en los sonidos más nítidos, porque en el silencio se gana con la atención, es como una parada, una necesaria espera y no puedes darte el lujo de olvidarlo, sino todo se convierte en un caos. Por eso es parte de la música, es su oasis, la parte donde los sonidos descansan para luego elevarse. Esos momentos de abulia, de infinita tranquilidad, se agradecen siempre porque se alargan las horas y pierdes la referencia del tiempo. No sabes si es hoy, ayer o mañana. Y la verdad que uno no espera que eso pueda suceder, pero es lo que ha ocurrido y todo lo viejo está estático, como embalsamado, ahora hasta la ciudad parece un desierto. La noche comenzaba a bajar llegando fresca sobre todo en estos días de primavera muy diferente. La semana santa había ya pasado sin penas ni glorias, nadie se puso a pensar en eso y esa era ya otra novedad. 



 Las luces de los apartamentos de frente comenzaban a animarse, se volvían cálidas ante su mirada, eso lo notaba sobre todo en el lugar donde se encontraban las cocinas, antes vacías o inadaptadas por la diferencia de horarios, carentes de vida a cualquier hora del día,  ya no lo estaban, en ellas se reunían ahora las familias, se sentaban a la mesa como en los viejos tiempos disfrutando del buen rato. Algo comenzaba a cambiar aunque sólo se había detenido la rutina por unas semanas. Nadie tenía una idea de hasta cuando podría durar esto, ni siquiera de pronosticar hasta dónde. Increíblemente todo era tan real como la peste negra del siglo catorce en Europa que reculó a la humanidad desbastando sus zonas más débiles por aquella época. Sin intención de dramatizar más con el asunto, se giró un poco y levantó la cabeza. De esa forma, con los pensamientos en blanco puso esta vez las manos en el marco de la ventana y se acomodó, balanceando su cuerpo hacia adelante. Colocó la mirada a lo lejos y la agudizó como quien mira al mar en la distancia poseído por el paisaje y la serenidad, así que puso atención descansando estas en la firmes barandas. Disfrutaba del lugar como del mar, así era, con esa emoción de hacerlo en su primera vez. En casi cinco años viviendo en esa misma casa apenas había reparado en los alrededores con algunos recovecos aún vírgenes ante su mirada de rutina. Esas cosas pasan sin dudas cuando vives en una ciudad tan dinámica, extravagante y tan intensa donde lo dejas todo para luego en la agenda y el único tiempo que encuentras no lo quieres desperdiciar, así vives siempre, en un estado de alerta, en la búsqueda constante por encontrar ese momento. Son las primeras leyes que se reconocen de la jungla porque estas grandes ciudades lo son. El más mínimo momento lo absorbes de una manera que te atrapa, como se va volando, olvidas lo demás sabiendo que ya llegara algún otro espacio.  Las cosas por lo general se te acumulan y las demás, las cotidianas, desaparecen, te dejan de la mano por no decir que te abandonan sin piedad.  De seguro eso mismo le pasaba a todos. Pero ahora mismo, no tenia porque preocuparse de nada. Podemos llamarle a todo lo anterior el viejo mundo, porque este después que comenzó la pandemia, ya no lo era. Nos habían dicho a todos. Ve a tu casa, que vas a tener tiempo para pensar, para arreglar los muebles de la cabeza, poner las cosas en su sitio. El sueño no era un juego. Se había alegrado de que así fuera, extraño y eso le dejo mas aliviado aunque no entendía muy bien esa sensación de claustrofobia que le acompañaba. Hacia ya mas de tres semana que la ciudad era otra. Que el mundo empezaba a cambiar, algo tan fuerte como un virus la había detenido bajo máxima seguridad y solo quedaba esperar, dejarla avanzar en su proceso de cambio en  estos sus pasos más humildes. La inmovilidad traía la zozobra y para algunos, como a él les costaba recordar bien cuál día de la semana era, aunque eso no le importaba mucho, la verdad que para nadie eso tenía valor ahora, si hasta las escuelas de los niños estaban cerradas. La ciudad viviendo bajo un estado de emergencia había puesto en jaque las aspiraciones de todos y en realidad no era el momento para pensar en esas cosas. Muy poco se podía hacer, más que cada quien salvara como pudiera su propia pellejo. 
La oscuridad ahora había penetrado su cuarto y no hizo nada en absoluto por encender la lámpara de la mesa de noche. Cuando uno encuentra el momento para estar solo muchos pensamientos vienen a la cabeza y este era el caso. Prefería ser mas exacto con ellos, no había una razón para estar triste. Porque la realidad era difícil digerirla buscando soluciones y de esa manera es una pérdida total. En estos momentos tenia una única opción, la de mirarla tal y como era, por su mejor cara, no había otra salida. Muchas cosas con la que reírse si al final no todo era el jodido infierno. Dandole la mejor cara al asunto era la única manera de enfrentarlo de una vez y por todas. Y si hemos perdido o no en esta batalla. Eso solo lo dirá el tiempo. Nada de lo anterior parecía bueno y era el momento, todavía tenemos la dichosa oportunidad de cambiarle la historia, ponerla a nuestro favor. Comenzando por lo que ya tenemos a mano hoy. Encontrar un nuevo camino es cuestión de paciencia, no de prisas, porque de  esa otra forma ahora estamos bastante seguros de que no íbamos a ningún lugar. Lo que si sabemos hoy y eso nos despierta algo único en lo más profundo es que tenemos mucho que agradecer y es en esa dirección por donde debemos enfocarnos. No tomar esta situación como algo banal, eso depende de nosotros. Poner en el olimpo a quien en realidad se lo merece. Sobre todos a esos que de una forma u otra han estado al frente o cerca arriesgando sus vidas  e involucrados en este asunto en circunstancias extremas…enfermeras, enfermeros en esos hospitales de miedo, médicos,  especialistas personal de la salud en general que lo dan todo a cambio de nuestra seguridad. A los que ayudan a ancianos y a gentes que más lo necesita, han sido ellos y serán los más valientes, los más necesarios, arriesgando sus propias vidas para salvar las nuestras. Ellos con su actitud  nos han dejado el gran mensaje…Ese puede ser la piedra angular que mueva esta historia a otra órbita, que impulse este  viejo molino de viento que se ha erosionado por tanta mierda y allí permanece hundido en su propio excremento. Así que no es hora de ser pesimistas, eso no ayuda. Debemos celebrar de la forma más natural hacer un pacto con esa persona que realmente somos, cara a cara. Es tiempo de crear un nuevo mundo donde el amor sea mas poderoso. Este ahora es el tiempo que ha tomado la naturaleza para reponerse de todo el daño, está tomando un respiro. Dejó la ventana definitivamente, fue y encendió la lámpara, la movió buscando que la calidez de la luz animará esta vez su cuarto. En el otro lado un poco de sombra, nada como esa sensación de intimidad que dejaba el ambiente. Así se estaba mejor con ese claro oscuro de fondo. Organizó los discos de vinilos viejos en el armario, eran un desastre y lo cubrían todo, la pila de libros encima se habían caídos por el otro lado y él no había hecho nada por recogerlos en días. Agarró la cámara, la encendió y miró algunas fotos, la última vez que la utilizó fue hacía ya un mes atrás, la había dejado fuera del estuche pensando pasarlas para el ordenador y así revelar algunas que le pareció importante para su nueva colección. Pero allí la coloco una de estas tarde y la olvido. Abrió algunas gavetas de los cajones, tiro a la basura todo aquello que no iba a usar. Paso con el desinfectante por los bordes de la mesa,  los que tenía a su alcance, esto lo hacia mucho porque el olor del líquido refrescaba  el ambiente. Cuando todo estuvo en orden fue a por la aspiradora y pasó mas de media hora sobre la alfombra, ese ya era un récord personal. Había comenzado a sudar, cuando decidió bajar y calentar el café...Lo hizo muy feliz, la sangre le había regresado al cuerpo y aquel, su propio mundo parecía de momento otro diferente, hasta nuevo, nada que pensar en lo anterior. Solo tenía el presentimiento de que todo iba a salir bien. Porque la única forma de encontrar una salida de todo este lió estaba en sus manos. Las palabras tienen el gran  poder, como nuestros pensamientos, pero nuestras palabras, claro que lo tienen, son como un mantra. En ellas descansa el cielo y también el infierno. Estar enfadado no es malo, es uno de los primeros procesos para un cambio. Sentir que en ocasiones hay cosas que no tienen solución o que no se ve la luz al final del túnel, vale, no pasa nada. Cuando estás negativo con alguna situación y de repentes haces un plan nuevo, diferente...grandes cosas ocurren así es de cierto. Así que hay que tirar esa moneda al aire, que la suerte está echada. "Puedo cantar ahora, si es lo quiero, puedo estar triste, quien sabe, es difícil de controlar lo que me ocurre en cada momento. Es esa jodida  ansiedad y llega por el deseo de escapar el presente. Nadie quiere vivir un futuro incierto." 
Hacia ya mucho tiempo que no pensaba en nada. Pero esta vez tampoco le importaba, sin embargo quería poner las cosas en su lugar. Necesitaba organizar su cabeza y encontrar esa fuerza que  no había encontrado en los días anteriores. La angustia, es algo normal, es esa parte de nosotros que quiere escapar siempre a algún lugar, se escurre cuando le molesta enfrentar el presente. Así es de esquiva, por lo que la única solución es disfrutar de la persona que somos y este es el lugar indicado, el presente. Darle riendas sueltas a nuestras emociones tiene su precio en oro. Dejar salir de dentro de ti, eso que eres se agradece, es saludable, sea bueno o malo. Quieres bailar? Baila, no hay excusas. Estás enfadado, ok, todos los estamos. Los problemas están ahí, mirándonos a la cara, problemas financieros sobre todo.  Se trata de celebrar la vida, tirar un pasillo de vez en cuando no viene mal o aprender otra cosa, puede que la receta de tu plato favorito, algo que te haga sentir que respiras. Que estas vivo para que el día de mañana cuando la tormenta pase puedes mirar atrás y saber que tu eres el autor de tu propia historia. Era muy bueno llegar a esa conclusión porque ahora se sentía mejor."Así fue como se dijo. Cualquier cosa que sienta esta bien, se repetía así mismo, no es el fin del mundo...y esa ya no tampoco es una novedad, Es irremediablemente la única manera clara de encontrarle una salida a esto. Manteniendo vivas sus emociones, libres, que son ellas las que al final lo salvaría siempre de un posible naufragio." Subió de nuevo a su habitación, tomó el libro otra vez, giró la luz en su dirección y se acomodo en la almohada, nada como ese instante , así lo sabia, del gran final de la novela... y se dejo llevar por  aquellas curiosas palabras.  🜜

...Llegará el momento en que necesitaremos a «los guardianes de las tradiciones, de las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos» para que ellos nos enseñen cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes. Ellos serán la clave para que sea posible la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como «Los Guerreros del Arco Iris».
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